DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Entre Abogados de distintas corrientes prevalecen discrepancias si debería o no acudir el Rector de la UASLP, Alejandro Zermeño Guerra a la sede del Congreso del Estado para reunirse con los integrantes de la Comisión de Hacienda y con el resto de los legisladores.
En su calidad de Presidente de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo, el diputado Héctor Serrano Cortés, instó a la Comisión de Hacienda para que se enviara por escrito al Rector una invitación basada desde su perspectiva, en el Artículo 57 de la Constitución Política del Estado.
El documento bien redactado y en términos nada hostiles, en tanto que se invita al Rector de la Máxima Casa de Estudios para intercambiar puntos de vista, dialogar y colocar en perspectiva el presupuesto de la Universidad, envuelve, – a juicio de algunos observadores una coartada perfecta para linchar o tratar evidenciar a Zermeño.
Incluso el propio presidente de la Junta de Coordinación Política, expresó que, para transparentar el encuentro, se invitaría a medios de comunicación para que atestiguaran y dieran cuenta sobre el encuentro entre diputados y autoridades universitarias. ¡Cuánta bondad!
En una primera instancia, los legisladores hablaron de “obligar y hacer comparecer” al Rector ante el Congreso del Estado, – y obvio, la respuesta no se hizo esperar toda vez que el jerarca universitario dijo que sí se reuniría con ellos, pero que, el encuentro fuera en las instalaciones de la UASLP.
Más adelante, el propio Rector, una vez que recibió la invitación formal de los señores diputados, dijo que, – si de lo que se trata de abordar es el tema presupuestal y algunas dudas de los diputados en su aplicación, algo que es totalmente comprensible, pues en todo caso que acudiera el Secretario de la Universidad Federico Garza Herrera o el titular de Finanzas de la UASLP.
Con esta respuesta, el Rector de la UASLP se desmarca y no muerde el anzuelo. Por mucho que el Congreso sea un Poder los señores diputados deben entender que el Rector no es nombrado por el gobernador del estado ni tampoco es electo en un proceso donde participe la ciudadanía, por lo tanto no les debe rendir cuentas.
Si bien es cierto que la UASLP se mueve con presupuesto público, principalmente federal, pues que sea el gobierno federal quien pida cuentas, no el gobierno local o el Congreso del Estado, así de sencillo, – dicen algunos abogados, maestros y estudiantes que defienden con fiereza la autonomía universitaria.
Ahora bien, de que el escrito de invitación está bien redactado, para los universitarios no existe fundamento legal y agregan de que se trata de una perversa intención de colocar al Rector entre la espada y la pared. En todo caso, como ya se dijo, que los señores diputados vayan a la Universidad, al seno del Consejo Directivo, aunque se avienten ahí una botanita o una comida como lo sugiere el propio diputado Serrano.
ENTRE PARENTESIS
Dice la presidenta Claudia Sheinbaum que sí existe diálogo entre productores y transportistas con el gobierno federal. No se duda, pero lo cierto es que no hay propuestas inmediatas de solución a un conflicto que pudiera ser de dimensiones mayores y con repercusiones impredecibles. Hasta ahora, el paro nacional está firme.
Ante la advertencia de un cierre total de carreteras, ningún gobernador ha dicho esta boca es mía. Seguramente dirán, es pedernal de la federación no mío, aunque sus estados resulten severamente afectados.
Hasta pronto.






