Tras ser velado en su domicilio, con poca asistencia debido al temor de un nuevo ataque, el féretro de Mora Chávez fue llevado a la parroquia de La Ruana, donde se ofició una misa en su honor, al igual que a los escoltas que murieron en el ataque.

Poco más de 400 pobladores de La Ruana dieron el último adiós a quien fuera fundador del grupo de autodefensas.

“Hoy no se muere Hipólito Mora, Hipólito Mora vive. El día de hoy se convirtió en leyenda para todos nosotros y hay que despedirlo como los grandes. Un aplauso por favor”, dijo una mujer quien no se identificó.

Al llegar al panteón, el llanto y la tristeza de los pobladores se desbordó alrededor del ataúd de Hipólito Mora, quien fue despedido entre aplausos y lágrimas.

Hipólito Mora Chávez fue asesinado el pasado jueves junto a tres escoltas en La Ruana, donde un grupo de al menos 15 sicarios los atacó con rifles antiblindaje la camioneta Chevrolet, tipo Tahoe y con blindaje nivel 5, en la que viajaba el autodefensa, escoltado por cinco policías estatales.

Mora Chávez era originario de La Ruana, donde se levantó en armas el 24 de febrero del 2013, contra el cártel del narcotráfico autodenominado como Los Caballeros Templarios, cuyos principales líderes eran los narcotraficantes Nazario Moreno, alias El Chayo; Jesús Méndez, El Chango Méndez; Servando Gómez, La Tuta; Enrique Plancarte ,El Kike, así como Dionisio Loya El Tío.

Hipólito Mora había sobrevivido a dos atentados: el primero ocurrió el 26 de noviembre del 2022, y otro más el 4 de marzo del presente año, ambos en el poblado de La Ruana.

Con información de López-Dóriga Digital y Quadratín