Dos patrulleros que respondieron al tiroteo resultaron heridos, uno de ellos por un disparo en la cabeza durante la balacera del lunes en la mañana. El jefe adjunto del Departamento de la Policía Metropolitana de Louisville, Paul Humphrey, les mostró a los reporteros las tomas editadas y fotografías durante una conferencia de prensa el martes.

Una de las fotografías sacadas del video de las cámaras de vigilancia mostraba al agresor sosteniendo un fusil dentro del edificio y con vidrios rotos a su alrededor. Según la policía, el atacante se colocó en una posición de emboscada para recibir a los agentes a su llegada.

La cámara corporal del agente Corey Galloway lo muestra parapetado detrás de una escalera afuera del edificio después de que el agente novato Nickolas Wilt resultara herido. Galloway espera y, mientras llegan más agentes, se escuchan más disparos y Galloway dispara a su vez, y luego grita que cree que el agresor fue abatido.

Humphrey dijo que el video muestra que Galloway “sigue inmerso en el combate y trata de evaluar dónde se encuentra el agresor exactamente”, después de sufrir una herida menor de bala mientras se comunicaba por radio e “intentaba tener una vista clara del hombre que disparaba”.

El alcalde de Louisville, Craig Greenberg, dijo que era crucial dar a conocer las imágenes porque la “transparencia es importante, incluso más en un momento de crisis”.

La jefa de policía, Jacquelyn Gwinn-Villaroel, dijo en una conferencia de prensa que el empleado bancario Connor Sturgeon, de 25 años, compró el fusil de asalto AR-15 que utilizó en el ataque en una tienda local el 4 de abril.

Armado con el fusil, Sturgeon asesinó a sus compañeros de trabajo —incluido un amigo cercano del gobernador de Kentucky— mientras transmitía en vivoel ataque antes de ser abatido por la policía, señalaron las autoridades. Otras ocho personas resultaron heridas.

“Sabemos que fue algo selectivo. Conocía a estos individuos, obviamente, porque trabajaba ahí”, dijo Gwinn-Villaroel, pero no dio indicios de un motivo para el tiroteo.

La jefa de policía elogió las “acciones heroicas” de los agentes que confrontaron al agresor sin titubear cuando llegaron al lugar.

“Enfrentaron el peligro para salvar y preservar vidas”, comentó. “Detuvieron la amenaza para que se pudieran salvar otras vidas. Sin titubear, e hicieron lo que les correspondía”.

El policía Nickolas Wilt, que se acababa de graduar de su entrenamiento apenas 10 días antes, seguía en estado críticopero estable el martes después de recibir un disparo en la cabeza, según Jason Smith, director médico del Hospital de la Universidad de Louisville.

El tiroteo, la decimoquinta masacre en el país en lo que va del año, ocurrió apenas dos semanas después de que un exalumno mató a tres niños y tres adultos en una escuela primaria cristiana de Nashville, Tennessee.