La Libemor es un envoltorio que nos recubre y que está tejido con el Amor de los padres hacia los hijos. Este bello cuento explica metafóricamente la importancia de “tejer” esa capa protectora en nuestros hijos.
Es hermoso poder apreciar el hecho de que siempre estamos a tiempo de seguir tejiendo lo que no pudimos en su momento, o de destejer aquellas “puntadas” que ahogan, reprimen o sobre protegen a nuestros hijos.
Amina Merabet
“Viajaba yo en un tren, en el vagón *fumador* y venia absorto observando como en el sillón de enfrente una señora jugaba con su hijo de más o menos un año de edad. Ella estaba casi recostada en el cómodo sillón del tren y su hijo yacía enfrente de ella. Sus rostros se hallaban frente a frente y mantenían un juego secreto que a los dos hacía reír con ganas: se platicaban, se hacían gestos, se hacían cosquillas, se escondían, y yo descaradamente los veía porque su juego a mí también me acariciaba. De repente escuche una voz que me saco del trance en el que venía.
_Le están tejiendo su *Libemor* dijo la voz
_Me di la vuelta para ver quien me había hablado y me encontré con una muchacha bonita. (Después supe que era una *hada*).
_Si, -me dijo-, ¿no puedes verla?
_No –le respondí atónito- ¿cómo dijiste?
_Dije que al niño le están tejiendo su *Libemor.*
_Y después de una breve pausa añadió.
_ ¡Ya casi está terminada!
Como en los trenes uno siempre tiene ganas de platicar (especialmente yo), pregunte intrigado: ¿Explícame que es eso de *Libemor*? El hada que ya sabía que se lo iba a preguntar, estaba lista para revelarme un gran secreto (las hadas no se aguantan las ganas de revelar secretos) y comenzó así: -el mago supremo le dio a la humanidad un “don maravilloso”…le entrego las *Agujas Alfaga* que son las agujas mágicas con las que se teje la *Libemor*.
_Yo miraba y escuchaba asombrado.
_La *Libemor* -Continuo el hada-, es la capa mágica que cada madre teje a sus hijos y con la cual les confiere un enorme poder, **El poder de amar**. Cada vez que una madre acaricia a su hijo, le habla, le atiende, lo alimenta o juega con él, vuelan las Agujas Alfaga y dan una puntada; y si el empeño no cesa o la tarea no se interrumpe, más o menos a los dos años la *Libemor* cubre por completo al niño. Como la capa es invisible nadie se explica por qué el niño de repente se siente tan confiado, tan seguro de sí mismo, ni por qué de buenas a primeras ya no importa separarse de su mama.
Obviamente -dijo el hada con suficiencia- es enorme el poder de su *Libemor* lo que les permite actuar de esta manera, aunque no siempre es así –añadió el hada con tristeza-
_ ¿Por qué? -le pregunté-
_ Para tejer la Libemor de sus hijos, las madres deben amarlos y atenderlos con ternura, y la tarea no debe interrumpirse hasta que la capa esté terminada. Si por alguna razón la madre y su hijo se separan antes de que esto ocurra, la capa se desteje… se le van los hilos.
_ ¿Y de que son los hilos? –pregunté-
_Son hilos de energía vital que las madres toman de su propia *Libemor* ellas destejen su capa para tejer la de sus hijos. No hay forma más perfecta de amar.
_ ¿Y si no tienen *Libemor*? -pregunte atemorizado-.
_No deben tener hijos -respondió fulminante el Hada-.
_ ¿Y si quedan sin nada al destejer su capa? -volví a preguntar-.
_Eso a ellas les importa un comino -me respondió el Hada-. Además les abriga las *Libemor* de sus hijos y la de su amado.
_ ¿De su amado?
_Si, -me dijo- Si ellas se sienten amadas podrán cumplir mejor con su tarea. Para que la *Libemor* te cubra toda la vida, debe tener un número exacto de puntadas, no debe quedar ni chica ni grande. Cuando se atiende al niño solamente para que sobreviva… sin alegría, ni esperanza, las *Alfaga* darán muy pocas puntadas y la capa quedará muy cortita, el niño no se sentirá protegido, no tendrá suficiente confianza en sí mismo. Y si su madre lo0 sobreprotege porque tiene miedo a la soledad o porque ella misma necesita amor, entonces las agujas *Alfaga* darán demasiadas puntadas, la *Libemor* quedara demasiado grande y se le enredara en las piernas y el niño no podrá caminar solo.
¿Y cómo saben ellas cuantas puntadas dar?
_No te preocupes –me dijo- Cualquier madre sensata lo sabe muy bien.
Un detalle importante que había mencionado -continuó el Hada- es que hay clave secreta para que las agujas tejan.
_ ¿Cuál es? -me apuré a preguntar.
La clave es que la madre mire a su hijo a los ojos, así es como se comunican entre ellos.
Si esto no ocurriera sería muy preocupante. Claro que generalmente las madres aman a sus hijos y les tejen unas *Libemor* preciosas que harán posible que sus hijos puedan amar y confiar en el amor.
Si no tienen *Libemor* no podrán amar. –añadió el Hada muy seria-.
_ ¿Y los niños que no tiene mama? -pregunte muy preocupado-.
_Esa es una pregunta muy importante –dijo el Hada-, porque todos los hombres necesitan una *Libemor*; sin embargo, otra persona puede tejerle la suya al niño si lo ama incondicionalmente, es decir, si el niño encuentra amor de madre. Te voy a explicar bien –dijo el Hada.
–si un niño no encuentra a alguien en especial que le dé amor de madre y crece rodeado de puras tías, o sea, de personas que lo atienden por turno, las agujas darán puntadas pero tejerán solamente retazos, no una *Libemor*. Sin embargo, si el niño tiene a sus padres tejiéndole la suya y además tiene abuelos y tíos o a gente que lo atiende parte del día en una estancia infantil, todas las puntadas de la *Alfaga* van a dar a la *Libemor* de gran lujo.
_ ¿Y los papas qué hacen?
_ Cuando los papas atienden a sus hijos, también vuelan las agujas y dan unas putadas vigorosas que producen unas capas muy resistentes y vistosas. Estos niños tendrán una enorme confianza en sí mismos -añadió el Hada-.
_ ¿Y cuando los niños crezcan? -no me cansaba de preguntar-.
_ ¡Pues podrán amar! Amar no es otra cosa que quitarte tu *Libemor* y ponerla en el hombro de la persona a la que amas: es el don más grande que lo hombre pueden otorgar.
Dicen -continuó el Hada- que la persona que recibe una *Libemor* siente un enorme bienestar, que es tanta la energía que recibe que hasta cosquillas le hace, y también dicen que la persona que tu amas coloca su *Libemor* sobre tus hombros y te hace completamente feliz, eso se llama reciprocidad y ¡no hay nada mejor en el mundo!”
-Milton Erickson.-