El PAN será derrotado en el EDOMEX y su efecto negativo se resentirá en SLP
Ni de izquierda, centro o derecha, sino todo lo contrario.
Si bien es cierto que en 2016 el Partido Acción Nacional logró algunas victorias electorales en varias entidades del país, resultado que le permitió oxigenarse y situarse un una perspectiva de triunfo para este y el próximo año, ya se apuesta doble contra sencillo, que el PAN sufrirá una incuestionable derrota en el Estado de México. Josefina Vázquez Mota será vencida por segunda vez, no logrará remontar y desde ahora se augura que cuando bien le vaya solo alcanzará a colocarse como la tercera fuerza política en el EDOMEX.
La pelea se dará entre el Candidato del PRI Alfredo del Mazo y la abanderada de MORENA Delfina Gómez, esta última con poco más de 1 punto porcentual con respecto al candidato del PRI en las preferencias electorales. No obstante, en la percepción de triunfo, la coalición PRI-PVEM es la que alcanza un porcentaje mayor con más de un 42 %, aunque en el apartado de “Rechazo a Candidatos”, es Alfredo del Mazo quien alcanza el mayor porcentaje de desprecio según la medición última de Consulta Mitofsky.
Si el PRI logra derrotar a MORENA en el Estado de México, el escenario político-electoral para el siguiente año tendrá una mayor claridad. El Tricolor tendrá horizonte y llegará ampliamente fortalecido con cualquiera de estos tres precandidatos: Con Luis Videgaray, con José Antonio Meado o con Miguel Ángel Osorio, no hay más, en tanto que el panorama para Andrés Manuel López Obrador se tornará incierto y oscuro y, tal vez, ahora sí, decida separarse del tablero político mexicano.
Por el contrario, si MORENA logra sobreponerse sobre el PRI, ¡Aguas!, porque al perderse el bastión vital y principal centro de la hegemonía priista lo más probable es que en el 2018, El Peje llegue al proceso electoral con todo; es decir, sin despeinarse y sin un solo rasguño pese a los intentos de enlodarlo con los actos de corrupción en que incurrió el ex gobernador priista de Veracruz, Javier Duarte, tema esencialmente tricolor y en el que han buscado por todos los medios, artimañas y artilugios desprestigiarlo para intentar bajarlo antes de la contienda del próximo año.
Observado este escenario, resulta pues consistente la tesis de que al PAN no le alcanzara para remontar porcentajes para la elección presidencial. El resultado electoral adverso y anticipado al Partido Acción Nacional en el EDOMEX, tendrá un efecto negativo, será contundente y se vendrá en cascada para otras entidades del país; fundamentalmente para San Luis Potosí, donde su dirigencia sigue dando palos de ciego y aventurándose a generar guerritas mediáticas aldeanas con líderes de un Comité Municipal que, hay que decirlo, “son buenos muchachos” pero que no tienen la más remota y pu…ra idea de lo que significa hacer política.
De la estrepitosa y vergonzante derrota que sufrió el PAN en la elección municipal del 2015, es evidente que no han podido recuperarse y difícilmente lograrán remontar en algunos cuantos meses. Su pasión por la confrontación interna y su obsesiva descalificación hacia quienes ven como adversarios, ha llevado a muchachos como a Maximino Jasso Padrón, a perder el rumbo y a tratar de poner en evidencia a varios actores que si decidiesen jugar en el 2018, tengan la plena certeza que les volverían a partir su santísima progenitora, en términos de un resultado electoral ¡claro está!
Para el 2018, resulta obvio que el PAN no tiene en la mira al PRI ni al PRD, sino al Gallardismo. Eso lo saben figuras como Octavio Pedroza Gaytán, que una y varias veces ha dicho que la única posibilidad de llegar a la gubernatura, es enfrentando a los Gallardo por la vía del sendero más espinoso que es la lucha electoral por la presidencia municipal, y no tanto desde una posición local en el congreso federal o local. Eso también lo saben en el PRI y en el PVEM; pues de donde acá tanto amor y búsqueda de la reconciliación luego de que el Partido Verde pidiera la salida del gobernador Juan Manuel Carreras.
Hoy por hoy, ciertamente el PRD tiene la franquicia en la capital potosina y en Soledad de Graciano Sánchez, pero hay que empezar a entender, y sus líderes deberían ya comenzar a comprender, que el Gallardismo es otra cosa, que tiene un principio, un fin y una causa social distinta y que sigue creciendo como un fenómeno político al que curiosa e inexplicablemente todavía muchos analistas no le encuentra pies y cabeza y no atinan a descifrar en términos dialécticos su origen, desarrollo y desenvolvimiento cuando en realidad ha sido tan claro y elemental entender que su presencia obedece al hartazgo social y a un ya basta de PRI y PAN.
