Como veladoras de misa negra
La presencia de un grupo del Frente Unido de Comerciantes de la capital del estado en la sesión “solemne” del Congreso del Estado, celebrada el jueves en la cabecera municipal de Xilitla, despertó entre la comunidad indígena, más que suspicacias y sospechas, cierta curiosidad por su vestimenta, lenguaje y actitud beligerante.
Quienes presenciamos los preparativos previos, su desarrollo y la culminación de la sesión plenaria, fuimos fieles testigos de que nuestros hermanos indígenas de origen náhuatl mantienen intacta su costumbre y tradición de reírse cuando el mestizo hace alguna rara expresión, cuando habla, grita, come, sonríe o se encabrona.
Para un castigado, olvidado y vapuleado pueblo de Xilitla, donde sus habitantes en porcentaje poblacional es predominantemente indígena, la incursión de líderes con características muy propias de la potosinidad, les produjo más que inquietud y preocupación, una extraña risa cuando varios de ellos fueron observados a su arribo, tanto a la cabecera del municipio como al recinto legislativo.
Los líderes güeros y de ojos claros, sintieron por momentos remontarse a la historia para asumirse avasallantes como los conquistadores y poseedores absolutos de la verdad. Los prietos, esos que hacen la revolución desde el café con frecuentes conferencias de prensa en la plaza de Armas en la capital del estado, simplemente y solo con verlos sudar, parecían veladoras de misa negra, monos en derrite de un ritual santero o chivos machos barbados sedientos en un estanque.
Al menos la concentración que se hizo dentro y fuera del espacio acondicionado como recinto oficial y sede del Congreso, la presencia de los comerciantes fue notoria para una prensa regional que apuntaba y transmitía sus consignas. Y es que los líderes de los comerciantes optaron por no acoplarse al turismo legislativo, que aunque costoso, decidieron trasladarse por aquello de que algunos diputados vivillos les madrugaran con el caso PANAVI.
No sucedió así. La gaceta parlamentaria ya había anticipado en su formato legal que ese tema no sería abordado en la sesión de Xilitla. Incluso, en el encuentro que tuvo el diputado José Luis Romero Calzada con el vendedor de mezclilla y principal líder opositor a PANAVI se había puntualizado que este asunto no se tocaría, y en efecto así fue, nunca estuvo en la agenda de los debates.
Aun así, los líderes de los comerciantes informales o ambulantes, como guste usted llamarlos, decidieron moverse y viajar por lo menos 6 horas a la hermosa Huasteca potosina para defender con sangre y orgullo, si fuese necesario, en caso de que los señores diputados y diputadas osaran o se atreviesen a discutir y aprobar el Contrato con la empresa PANAVI.
Nada de eso sucedió, a pesar de la cola bien puesta los legisladores o de plano como damos de compañía, líderes, diputados y funcionarios del gobierno, supieron muy bien capitalizar y aprovechar el viaje para luego ponerse a escuchar esas voces del más allá que decían: “Vaaamos por unas cheves……está gacho el calor”. Atrás de sus expresiones, los indígenas hermanos solo reían y reían, no les quedó de otra.
