Toño Martínez

Para no quedarse atrás en el juego de tanteo político que fuera de tiempo legal -como es su estilo- inició el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el municipio de Ciudad Valles se están lanzando o son lanzados al Gran Prix político corchos que flotan en el ambiente electoral con el sueño de ocupar la Casa Gris de la presidencia municipal o de «perdiz'» una diputación o ya de plano una chamba de regidor o funcionario.
Con raras excepciones, el catálogo de pretendientes a la butaca giratoria que prácticamente dentro de dos años dejará David Armando Medina Salazar, o una curul del Congreso, está compuesto en su mayoría por personas -99% hombres- que tuvieron alguna experiencia regular electoral pero se quedaron en el camino por su apego al vetusto patrón de hacer política que combina exceso de narcisismo con retórica hueca de tanto ser imitada y que no conmueve ni a los tordos que pueblan los árboles de la plaza Hidalgo y del boulevard México-Laredo en verano.
Otros son dignos de oportunidad.
Cómo corchos solo flotan, ni se hunden ni se afianzan y corren el riesgo de ser arrastrados fácilmente por las corrientes ideológicas.
Ya pasó.
Pocos se salvan y pocos son corchos frescos.
Flotan José Luis Romero Calzada -corcho foráneo- Juan José Ortiz Azuara, David Armando Medina (reeleccción) Faustino Cedillo Tinajero, Lilia del Carmen Lara, Irma Suárez, Marco Antonio Sáenz López, Alberto Machuca, Felipe Paulín, Marco Antonio Conde Pérez, Luis Fernando González. Otros se están pegando.
Faltan dos años, y más corchos pero ya hacen olas.