PARENTESIS

Leónidas Fernández

Luego no se lamenten de una tragedia

La primera incursión del candidato del PRI a Diputado Federal por el José Luis Romero Calzada, durante los festejos de la Feria Nacional de la Enchilada FENAE, en Soledad de Graciano Sánchez, no se puede interpretar de otra manera que de un claro y abierto acto de provocación que pudo registrar consecuencias mayores.

Por fortuna, todo quedo en simples mentadas de madre y una soberana hueviza para el innombrable, tanto como, para algunos de sus acompañantes que intentaron penetrar una zona de evidente repudio hacia ellos. Mal no les fue, solo salieron por piernas y se concentraron para denunciar y lloriquear ante medios de comunicación afines su tremenda estupidez.

Si fue un acto de intolerancia o no por parte de los simpatizantes del Gallardismo, esa es otra cuestión, lo cierto es que el candidato que parece ser el orgullo y avanzada del PRI en ese Distrito, desafío temerariamente a una población que se limitó a mentarle su madre y huevearlo. Desgraciadamente no fue todo.

Este Lunes, este provocador acudió otra vez a la plaza central de Soledad de Graciano Sánchez, para retar y excitar a los soledenses que no comparten su propuesta, solo que en esta ocasión se presentó acompañado de gente armada que nadie podrá justificar dado que ninguna autoridad electoral federal o estatal ha solicitado se brinde protección personalizada a candidato alguno.

El hecho es real, y no solo es desafortunado sino altamente peligroso el que un seudo político caracterizado por sus enormes problemas de personalidad, acuda a una festividad con gente que portaba armas para el uso y reserva exclusiva del Ejercito Mexicano, lo que sin lugar a duda es una violación flagrante a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que alguien tendrá que explicar.
Quizá lo más grave de este episodio, es que este candidato, claramente deschavetado o fuera de sí, no se manda solo, pertenece y es postulado por un partido político que es el PRI, y que es el que gobierna la entidad. Si de esto, tanto la dirigencia estatal o nacional priista y el propio gobernador Juan Manuel Carreras López no están enterados, que grave y que lamentable, porque lo que este tipo está provocando podría ser el principio de una tragedia.

En vano quedó la buena intención del mandatario estatal de transitar en paz durante el presente proceso electoral, y, si con urgencia no se toman medidas o no le ponen un freno a este loco desgraciado, luego no se lamenten de lo que pueda suceder, de un lado y otro. Ahora bien, si esto es lo que están buscando entonces dejen a un lado la simulación y asuman las consecuencias.
Los llamados a la cordura y a la civilidad han surgido de los candidatos de la coalición PAN-PRD-MC, son ellos quienes han puesto sobre la mesa la conveniencia de llevar la fiesta en paz, pero si desde palacio de gobierno o desde el propio PRI no se interviene para frenar actos de evidente provocación como los incitados por el Tekmoloco, no esperen un proceso tranquilo y comiencen a asumirse como los responsables de lo que pueda suceder.