TRAZOS Y SOMBRAS
Fernando Díaz de León Cardona
Muchas veces se ha dicho que el PRI es como la Huasteca Potosina cuando sufre alguna devastación por sequía o por los huracanes que la azotan. Su recuperación es sorprendente.
Desde hace años, al tricolor le han extendido su acta de defunción y lo han enterrado boca abajo para que se hunda más.
Desde luego que hay voces que así desearían ver al antes invencible partidazo; totalmente fracturado y dividido, – sin embargo, sigue dando sus coletazos.
El que a nivel local se registren claudicaciones o que dos o tres gobernadores hubiesen renunciado al PRI, no significa que sea todo el partido.
“Una o dos golondrinas no hacen verano”, eso está demostrado.
A las líderes locales del PRI y el PAN, Sara Rocha Medina y a Verónica Rodríguez, las traen madrazo tras madrazo, no obstante, tienen el respaldo de sus dirigencias nacionales.
En el ámbito local, es evidente que los contrarios a las lideresas buscan posicionarse, ganar espacios y agandallar algún asiento en el Senado, en San Lázaro, en Congreso del Estado en una alcaldía o regiduría.
El solo hecho de que el presidente municipal, Enrique Galindo Ceballos, ocupe el 4º lugar nacional entre los más de mil 500 ediles y sea reconocido como como uno de los mejores alcaldes, habla de que ha sabido gobernar, pese a todas las dificultades y a toda la caballería que le han echado abierta y veladamente.
Es evidente que, si la pugna entre MORENA y los partidos Verde y el PT se recrudece en vísperas de la selección de candidatos a senadores, diputados federales, legisladores locales, alcaldes, síndicos y regidores, obviamente que PAN-PRI-PRD capitalizarán la coyuntura y podrán lograr buenos resultados en las urnas.
Igual, si en estos partidos no aparece el fantasma de la división, las probabilidades de competir en buena lid serán altas.
La visita de Xóchitl “La Pelangochis” Gálvez no solo sirvió para calentar motores de su campaña. Obvio que vino, midió, calculo y se enteró de todos los enredos y tramas que algunos alientan y se traen en el PAN y en el PRI.
Llegará el momento en que Xóchitl asuma el papel que le corresponde como candidata presidencial y ponga orden en esos partidos.
En calidad de mientras tanto, a Sara Rocha como a Vero Rodríguez, les importa un cacahuate el que algunas y algunos ex priistas se pasen a bandos contrarios. Saben quiénes les boicotearon los eventos de la candidata presidencial.
El priismo y el panismo verdadero, ese que todavía existe les habrá de cobrar la factura por traidores, vengativos y acomodaticios.
Hasta pronto
