Una simple acción, como es ir a orinar, le causó gran emoción
Inocencio Tello es un potosino que desde 2007 fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica y es uno de los ejemplos de la importancia de la donación de órganos, dado que tras 2 años de espera, en 2016 fue beneficiario de un trasplante de riñón en el Hospital Central.
En 2007, médicos le diagnosticaron a Inocencio que tenía insuficiencia renal crónica, a consecuencia de malformaciones de nacimiento, sin embargo fue hasta 2014, es decir 7 años después, que se practicó estudios para ver si era candidato para recibir un trasplante; posteriormente en 2015, tras pasar estos exámenes, Inocencio fue puesto en la lista de espera y en 2016 le realizaron su trasplante.
Inocencio señala que tras un año y medio de espera, un día le llamaron a su casa para avisarle que había un riñón disponible. Fue su madre la que le dio esta noticia, sin embargo al llegar al Hospital Central le dijeron que le tenían que hacer estudios a él y a otros dos candidatos, para ver quién de los tres era compatible con el riñón.
Eran las 12 de la medianoche cuando terminaron estos estudios y le dijeron que sería hasta las 8 de la mañana cuando le dirían si él sería el beneficiario de este trasplante, fueron las ocho horas más largas de su vida, sin embargo al final resultó favorecido.
Inocencio narra que una simple acción, como es ir a orinar, le causó gran emoción, después de que fue trasplantado. Al día de hoy Inocencio atiende una papelería que abrió en su hogar, ya que tuvo que abandonar sus estudios, debido a la enfermedad que lo aquejó por muchos años.
