El sueño del ser humano es sensible a los cambios de temperatura y generalmente estos pueden ser a corto o largo plazo, la sensibilidad a estos cambios de clima elevado con calor de moderado a severo, durante el día, pueden provocar un aumento de sueño de ondas lentas, lo que puede provocar somnolencia durante el día, por lo que el paciente puede estar con menor desempeño en sus actividades cotidianas.

Al respecto el Dr. Oscar Fernando García Chávez, Médico Psiquiatra de la Clínica Psiquiatría “Everardo Newman Peña”, habló que los trastornos del sueño son problemas relacionados con dormir. Estos incluyen dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, dormir demasiado y conductas anormales durante el sueño.

En las noches el sueño por las ondas lentas se puede ver interrumpido, lo que genera que la persona tenga despertares nocturnos y esto trae como consecuencia irritabilidad, ansiedad o que se esté somnoliento.

Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma y tienen serias implicaciones en la vida diaria derivadas del agotamiento físico y bajo rendimiento; estos trastornos son: insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido, apneas del sueño y otros como el síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo.

Asimismo, otros de los trastornos del sueño, que se producen en ésa temporada de calor son el despertar repentinamente por un calambre, esto se debe a que afectan a los músculos de las piernas, de los brazos y del abdomen y suelen ser muy fuertes aunque no duran demasiado, la causa principal es la falta de hidratación. La presencia de los calambres se produce, en esencia, porque al sudar, el cuerpo pierde sales minerales y líquidos.

Si usted está padeciendo problemas para dormir a inicio del sueño o en medio de la noche porque se despierta varias veces, es necesario: aclimatar la recámara para que pueda dormir mejor, pero si esto se mantiene de manera crónica es necesario que acuda con un especialista, ya que los trastornos de sueño a largo plazo pueden atraer trastornos de ansiedad o problemas de su desempeño en sus actividades habituales.

La Secretaría de Salud, recomienda a la población, dormir por lo menos 8 diarias; tomar suficientes líquidos durante el día; consumir alimentos ligeros por la noche de preferencia antes de las 10 horas y por lo menos una hora antes de ir a dormir; disminuir la actividad física y el uso de aparatos electrónicos en las últimas horas del día, lo anterior para lograr una mejor conciliación del sueño y el cuerpo tenga las condiciones óptimas para su descanso y regeneración diaria, lo que repercute significativamente en la conservación de una buena salud.