• Orden, disciplina y respeto, son la clave del éxito
• ¡Hasta orines de León la gente busca para sanar!

San Luis está lleno de historias dignas de recordar y compartir, en esta ocasión caminando por la explanada del mercado Hidalgo, vimos la Farmacia y Droguería “La Piedad”, entramos y saludamos a su dueño el señor Arturo Sergio Escobedo Palomino, que con gusto accedió a una entrevista para La Voz y que hoy compartimos con todos ustedes.

Aquí su historia: “Esta farmacia tiene 40 años, antes de eso trabajé 19 años en la Farmacia y Droguería La Perla, cuando era una Señora organización, era una de las cadenas más importantes de la república: Benavides, El Fénix y La Perla, en ese orden de importancia”.

Dejé de trabajar en La Perla primero por la separación de los socios Pepe Martín Alba y Salvador Orozco Hernández; don Salvador Orozco se quedó con las farmacias pero justo al año murió, y ya no fue lo mismo y entonces me independicé.

Nos dice además don Arturo, “Escogí este lugar porque cuando estuve de supervisión en La Perla, ví que las farmacias más exitosas estaban cerca de un mercado y entonces renté aquí. Si se fija aquí viene gente de rancho y los pueblos, tengo clientas que venía con sus hijos muy pequeños, pero ahora ellos traen a sus hijos”.

Mi esposa también trabajó en La Perla, apenas tenía 15 años de edad y aprendió muchas cosas, ella me apoya aquí en el negocio, mis tres hijos se dedican a sus carreras profesionales, dos son ingenieros civiles y un abogado; todavía tengo la esperanza de que convencer a uno de ellos, para que se venga a conocer los secretos de la farmacia y que conozca algo de lo que es la droguería.

Haciendo un recuento de las boticas don Arturo dice: “Droguerías aquí en San Luis, creo que se acabaron, hasta donde sé, somos los únicos aquí en la ciudad, aquí manejamos ciertos medicamentos, emulsiones, fricciones con el apoyo de un químico y como auxiliar a mi esposa que conoce bastante de droguería”

Nos comparte además, “Yo fui presidente de la Primera Integradora de Farmacias que hubo aquí, mi intención era unirnos y defendernos para que no entraran farmacias grandes, pero me convencí que aquí en San Luis no estamos acostumbrados a trabajar unidos. Por desgracia nunca los pude convencer”.

Dice que en 1997-1998 él hizo un censo y eran 585 farmacias, comenta que todavía existe el nombre de la Integradora, pero que no hacen cosas efectivas y recalca, “no lo hicieron cuando éramos muchos ahora menos. Si habemos 250 aquí en al capital son muchos”.

Las Farmacias San Sebastián también se terminaron, eran de don Ramiro Padilla. Me acuerdo que yo les insistí mucho a los hijos de don Salvador Orozco, que había que modificar, que los tiempos de las boticas chiquitas se había acabado que había que actualizarse, modernizarse, pero ellos decían que el prestigio de La Perla nadie se los iba a quitar y ya vimos que sí. Dice don Arturo.

“Las personas buscan economía y no el prestigio de un negocio. De las 300 boticas de La Perla que había en toda la república solo quedan cuatro, en Irapuato y en Celaya”.

Una anécdota chusca…es cuando una señora vino a buscar orines de león, ¡a caray!, pues empecé a preguntarle para qué los quería, y me dice que para los dolores de piernas, entonces se le preparó una fricción y se le puso colorante amarillo, ¡y esos eran los orines de león!. Está comprobado que gran parte de las enfermedades están en nuestra mente y no en el cuerpo.

Ya para concluir don Arturo nos comenta: “Mi reto es modernizar un poquito la farmacia sin quitarle el aspecto de tradición de las boticas antiguas. Me gustaría reconstruirla. Aquí rento desde hace muchos años, la señora dueña es una persona que aprecio mucho y que me aprecia, se llama Lupita Vázquez y acaba de cumplir 100 años de vida, es una persona sana, lúcida que daría gusto llegar a esa edad estando en las condiciones de la señora”.

Y así concluye nuestra entrevista con don Arturo de la farmacia y droguería “La Piedad” a quien agradecemos sus finas atenciones. ¡Y que sigan los éxitos!