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San Luis Potosí
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Duros golpes recibió SLP en el 2017

sábado, diciembre 14, 2024
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– La entidad ha vivido momentos muy difíciles este año en todos los ámbitos, pero se pueden superar: Priego Rivera

Para San Luis Potosí fue un 2017 complicado en varios sentidos, comenzó el año con la caída de la inversión de la armadora automotriz Ford, además de que ha sido un año muy violento, aunque consideró que a pesar de esta situación se ha resistido estos «duros golpes» por lo cual es 2018 es «superable» estos escenarios, así lo consideró el Vocero del Arzobispo de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera.

Destacó que económicamente el golpe más duro fue el tema de Ford porque ya se habían planeado muchas cosas, gente que ya había hecho inversiones por la llegadas de esta empresa, pues este tipo de inversiones no solamente es que la empresa principal llega, sino todo lo alrededor de ella con otras empresas satélite, «económicamente fue un golpe muy duro para San Luis Potosí, gracias a Dios eso se pudo soportar, y es bueno pues quiere decir que hay estructuras sólidas en San Luis Potosí».

Además consideró que San Luis Potosí sigue siendo, por su posición estratégica, un lugar muy interesante de inversión, sin embargo hay problemas que se tienen que solucionar como por ejemplo el acceso al agua en las cercanías de la zona industrial, porque toda esta agua «se la chupan» las empresas, el gobierno no pueden dejar sin agua a la población para darle agua a una empresa que viene.

«San Luis ha vivido momentos muy difíciles este año en todos los ámbitos, pero se pueden superar, se puede levantar con instituciones transparentes, sin corrupción, con mayor toma de responsabilidades, porque el deber del Estado es asegurar la protección, si no lo están haciendo están fallando como Estado», dijo.

Otras situaciones que han pegado duro es por un lado la inseguridad que fue creciendo en el año llegando a situaciones que no se habían vivido en San Luis Potosí como el asesinato de un periodista cuando fue levantado de su propia domicilio, «levantones» continuos, balaceras en antros, bares y restaurantes, «colgados» en puentes, narcomantas contra mandos policiacos, violaciones a derechos humanos, e inclusive atentados contra cuerpos policiacos.

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