¿Realmente qué ocurrió y ocurre en la PME?

Pese a lo afirmado en la rueda de prensa por el subprocurador de Procedimientos Jurisdiccionales, Aarón Castro, en el sentido que la incursión de la SEIDO había sido convenida y prácticamente era de rutina y nada ilegal habían encontrado.

Pero quedaba la duda en cuanto a las versiones que se corrieron en el sentido que el director de la Ministerial del Estado, el zacatecano José Guadalupe Castillo Celestino había sido detenido, Aarón Castro afirmó que se encontraba en sus oficinas, inmerso en el trabajo, pero públicamente no se le ha visto.

Algo que la propia PGJE pudo haber hecho, para acallar esos rumores, era el haber realizado la rueda de prensa con la presencia del propio Castillo Celestino, así pudo haber despejado dudas y, por el contrario, su ausencia las incrementó.

Incluso, en el evento solo estuvo Aarón Castro, ningún otro funcionario de la PGJE estuvo con él, como en ocasiones anteriores, pese a lo importante del tema; la incursión de la SEIDO a las instalaciones de la Policía Ministerial. No se dejó del todo claro qué sucedió realmente en ese dispositivo, por el contrario, quedaron más dudas.

Además, hay una gran contradicción en cuanto a que fue una operación convenida, parte de una acción normal, porque en entrevista Aarón Castro reconoció que la misma fue derivada de una carpeta de investigación, no se trató simplemente de ir a revisar a ver qué encontraban, como se dio a entender en el comunicado oficial.

La Policía Ministerial del Estado se encuentra inmersa en el ojo del huracán, han sido numerosos señalamientos de agentes de la corporación que están bajo sospecha de estar infiltrados, estos señalamientos han sido recurrentes y la policía solo ha justificado esos señalamientos con el argumento que; “es respuesta de los criminales porque los estamos enfrentando”.

Una mancha que difícilmente podrá limpiar la Policía Ministerial del Estado, es el asesinato, ejecución, del fotoperiodista Édgar Daniel Castro, “levantado” el jueves 5 de octubre, del año pasado, del interior de su domicilio y encontrado ejecutado cerca del aeropuerto el viernes 6. La sospecha de este crimen de inmediato recayó en la Policía Ministerial del Estado.

El 4 de julio, Esqueda captó imágenes de una balacera y después fue abordado por cinco policías ministeriales, quienes lo amenazaron con quitarle la cámara, además de golpearlo, si continuaba tomando fotografías, obligándolo a borrar el material y correrlo del lugar.

Hasta la fecha el crimen de Daniel se encuentra empantanado, la madre del fotoperiodista murió días después de la ejecución de él.

Los incrementos en asesinatos dolosos, principalmente de grupos del crimen organizado, robos a mano armada en negocios, asaltos a casa habitación, igual a mano armada reflejan solo una cosa; incapacidad de las autoridades para enfrentar a la delincuencia, sea organizada u ocasional.

Las ejecuciones ahora ya se dan a cualquier hora del día, y sin distingo de género, por igual dan muerte a hombres y mujeres, jóvenes o adultos y cada vez con mayor grado de crueldad; mutilaciones e incineraciones.

Y algo también muy preocupante; la desaparición de persona, los levantamientos que se han denunciado públicamente a través de redes sociales, es un problema que no se atiende, las autoridades simplemente se concretan a difundir a trapes de redes sociales la cartilla con la foto de la persona desaparecida, para pedir a la ciudadanía les ayude a buscarlas.

La Comisión de Derechos Humanos ha enviado recomendaciones a la Policía Ministerial del Estado, con relación a los ataques a ataques sufridos por trabajadores de los medios de comunicación, ha sido muy pobre la respuesta por parte de las autoridades, incluso se presentó una controversia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Otro reportero fue agredido por un agente de la Policía Ministerial del Estado quien le averió, además, su equipo de trabajo, cuando realizaba su labor informativa, recababa datos y tomaba gráficas para su medio, en hecho ocurrido en afuera de un establecimiento Anillo Periférico, donde un hombre había sido asesinado a balazos para despojarle de dinero que acababa de retirar de un banco.

Todo lo anterior es lo que mantiene a la Policía Ministerial del Estado en el ojo del huracán, su inacción ante los embates de la delincuencia, la sospecha que se encuentra infiltrada por el crimen organizado, denunciado muchas veces a través de narcomantas y cartulinas dejadas en algunas ejecuciones.