El alza de precios en los productos, es preocupante, porque representa una especie de detonador que, en su momento, de no aplicarse una estrategia y política gubernamental positiva, repercutirá para que la inflación pudiera elevarse apuntó el director de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, maestro Antonio Gutiérrez Gutiérrez.
El especialista reconoció que no hay focos “rojos”, pero sí una necesidad de replantear y reestructurar las políticas económicas, y desde luego, considerar una serie de iniciativas a efecto de enviar señales positivas al mercado. “Esperemos que las estrategias y políticas vayan en el sentido de mejorar este tipo de situaciones para que no se encarezcan los productos”.
De la expectativa sobre los programas sociales y de cuidar que derive en cuestiones asistencialistas, el académico, puntualizó: “Se espera que la implementación de esos programas se apegue a una planeación correcta y el equipo administrativo que lo esté manejando sea confiable, con conocimiento del área, y desde luego, gocen de honorabilidad suficientemente para que los recursos lleguen a los más necesitados”.
Consideró que debería enfocarse a una perspectiva de productividad en relación a los beneficiarios, “es decir, no siempre dar esa aportación, una vez que logren cierta calidad, debe haber un seguimiento para ver cuál es el impacto que tuvo el apoyo y evitar se convierta en asistencialista. Que no conlleve a una fuga de recursos y evitar personas dependientes esperando el recurso”.
Gutiérrez Gutiérrez, reiteró que los programas deben tener un seguimiento, y que el impacto debe ser positivo y medible a través de los resultados en función de una planeación correcta. “El programa alimenticio, es un paliativo, pero habrá que ver los resultados, que en esencia los fines son buenos. Esperamos que permee esa situación en términos positivos, sobre todo para las personas en estado de marginación”.
Reconoció que la formulas anteriores han demostrado que no precisamente son favorables, porque se convierten en programas asistencialistas cuya implementación tiene una serie de desviaciones que provocan problemas de corrupción.