Constructores pobres y pobres Constructores
El acuerdo de este jueves en el Cabildo de la capital, para que los siempre sacrificados y chillones constructores entreguen en donación no un 15 sino un 20 % de las áreas donde edifican para destinarlas a más áreas verdes o espacios recreativos, sienta un precedente. Solo los Regidores del Partido Acción Nacional PAN, se opusieron, como siempre, la cosa es joder.
La decisión asumida por la mayoría de los Regidores, cala hondo y en lo más profundo en los constructores que pobres no lo son. Y no lo son porque en otras administraciones lograban lo que querían a cambio de moches o de plano se hacían pen..tontos con las áreas que por ley deben donar al municipio; a ellos, a los desarrolladores lo único que les interesa es ganar y no aportar.
No es casual o fortuito que algunos constructores o desarrolladores inmobiliarios se muestren críticos por sistema en contra del Ayuntamiento. Algunos, y ellos lo saben, los trámites para obtener sus licencias de construcción y uso de suelo resultaban muy fáciles lograr en otros gobiernos, pues sabían que el moche o regalía que daban a funcionarios y Regidores era menos costoso que donar una superficie mayor para beneficio de la población.
Los constructores no solo han sido los grandes beneficiarios con la obra pública. Muchos de ellos, luego se han convertido en funcionarios públicos de primer nivel donde el negocio lo han hecho redondito, para ellos y sus familias. Ejemplos son muchos y los nombres están en boca de todo mundo y son del dominio público.
Ellos los Desarrolladores o constructores, son lo que han resentido y se asumen como afectados por las decisiones del gobierno de la ciudad. No les ha bastado con desmadrar la Sierra de San Miguelito al haber hecho de este espacio natural una verdadera jungla de concreto. Eso a ellos no les interesa.
Tampoco les importa el daño que ha causado el haber construido en las partes altas de la ciudad. Las lluvias que azotan año con año la capital y que han generado un verdadero caos y daños irreversibles en las partes bajas o en colonias marginales, no les conmueve y mucho menos se arrepienten de haber promovido desarrollos sabiendo del daño que provocarían entre la gente de escasos recursos.
Lógico es entender su postura de negarse a donar más áreas. No se conforman con comprar barato y vender caro. Tampoco se preocupan mucho por lo que medios de información neutrales señalan de ellos, y no les preocupa porque dicen tenerlos controlados o porque son dueños de algunos que en franca alianza se han volcado para desprestigiar a la administración municipal.
