DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
El grave problema de las inundaciones y encharcamientos con el consecuente surgimiento de nuevos baches que parecen cráteres, no es un problema de ahora; siempre ha existido y no hay poder o autoridad que proponga y ponga una solución integral, de fondo.
Para la COPARMEX, la solución es que tanto el gobierno federal como estatal y el municipal trabajen coordinadamente para lograr algo “trascendente”. La idea no es mala, sobre todo si “los pobres” empresarios que ganan bien y sus proveedores registran pérdidas y daños.
El agua ha sido tanta, que los drenajes y las carpetas asfálticas no son suficientes y no resisten los enormes torrentes que se han precipitado sobre la ciudad. Ante los fenómenos metreològicos, es evidente que muchos municipios, colonias y sectores claves para la movilidad normal se vean afectados.
La postura de los señores empresarios no es descabellada, tiene sustento forma y fondo, solo que también ellos deben entrarle en la polla y no solo dejarle la responsabilidad al gobierno. Dinero tienen y no pueden ni deben regatear para mejorar las condiciones de arterias que conducen a sus empresas.
O le invierten en la infraestructura que los hace producir y ganar, o asumen un papel más exigente para que el Impuesto sobre la Nómina, se aplique en la “trascendente” reparación de calles y avenidas. De que alguien debe tomar la iniciativa, de eso no hay duda, lo que no se vale es que esperen de brazos cruzados a que el gobierno les resuelva.
Yo ignoro cuanto es lo que el gobierno estatal recibe por concepto del Impuesto Sobre la Nómina, – o bien, del Impuesto Predial, supongo que no es una bicoca, pero es indispensable que en algo productivo y tangible se aplique. Igual, si los empresarios le pagan al IMSS, al SAT y al INFONAVIT, lo menos que pueden esperar y reclamar es que vean retribuido ese pago en buenas vialidades y mejores servicios.
Lo que los señores empresarios no deben hacer, es solo quedarse en pronunciamientos mediáticos. Ya es tiempo que este sector se flete y se faje los pantalones para exigir mejoras en los sitios donde se encuentran instalados. No hacerlo es sacarle al parche y convalidar lo que justamente no se está haciendo dentro de las obligaciones de gobierno.
Por otro lado, ahora que viene la presidenta Claudia Sheinbaum, debieran de plantearle la problemática no solo existente en los municipios Huastecos, sino en la capital potosina. Igual y la agarran de buenas y ordena una buena inyección de recursos para resolver un problema tan añejo como ese de los drenajes insuficientes y colapsados, así como de sitios frágiles a las inundaciones.
Es cuestión de que todos se pongan las pilas, y que se dejen ya de pendejadas y de grillas baratas. El problema es solucionable y en ello también la ciudadanía debe entrarle responsablemente, principalmente dejando de arrojar basura en las calles que provoca el taponamiento de drenajes y la saturación de alcantarillas.
Hasta pronto.