DE FONDO

Fernando Díaz de León Cardona

Este lunes, la fiscalía General del Estado dio a conocer la detención de ex funcionarios de la Dirección de Pensiones del Gobierno del Estado por el presunto delito de fraude y peculado. Tres de ellos fueron servidores públicos y algunos particulares al que, el gobernador del estado José Ricardo Gallardo Cardona llamó “el fraude del siglo”.

Si cometieron algún delito debe sancionarse con cárcel o regresar el dinero que supuestamente desviaron a cuentas particulares y a personas morales. Desde luego que estos exfuncionarios y algunas personas físicas deben responder por el daño que causaron a los trabajadores al servicio del estado y a la propia Institución.

Obvio que muchos esperaban rodaran cabezas de por lo menos dos o tres exdirectores que se desempeñaron durante los gobiernos de Fernando Toranzo, de Juan Manuel Carreras y del propio Gallardo.

Si por ignorancia, omisión o intención no supieron lo que estaba sucediendo hacia el interior de Pensiones, que grave y si simularon o fueron partícipes del desvío, pues que se aclare y se castigue o se limpie su nombre, pues el Fiscal no fue muy claro ni específico.

Para quienes este asunto representaría un boom noticioso, resulto ser un acto de investigación de funcionarios menores. Finalmente, haya sucedido como haya ocurrido el fraude o el peculado, los exdirectores y exgobernadores no podían estar ajenos a este tema tan delicado, no debieron pasarlo por boba.

Desde hace años, mucho se ha hablado de que, con el dinero de la Dirección de Pensiones, algunos fondos millonarios fueron puestos a disposición en una especie de casa de bolsa en los Estados Unidos de Norteamérica, donde tiempo después se especuló que ingresaba dinero proveniente del narcotráfico. Dinero que por cierto bailó, nadie sabe, nadie supo.

Desde que el propio gobernador filtró “el fraude del siglo”, evidentemente que todo mundo esperaba, – si no ver sangre, si por lo menos poner al descubierto la eventual complicidad que debió existir. Insisto, si los exdirectores, ex secretarios de finanzas o exgobernadores no se dieron cuenta de lo que pasaba, pues que tontejos.

Por lo pronto, 7 involucrados ya están vinculados a proceso y se encuentran tras las rejas. Que fueron exfuncionarios menores junto con algunos particulares o personas morales, se sienta un precedente en una institución desfondada, muy golpeada y ninguneada como la Dirección de Pensiones.

Que fue mucho el ruido y pocas nueces, pues sí, si lo fue. Ahora esperemos que no suceda algo parecido como el tema Mónica Rangel y Leopoldo Stevens. Los recursos que se desviaron en Pensiones no fueron poca cosa, sin embargo, los exgobernadores y exdirectores aludidos deben fijar una postura para deslindarse de cualquier responsabilidad.

Hasta pronto