El SNTE un sindicato huérfano

Simón Hernández Díaz

El otrora más fuerte y mayoritario sindicato de trabajadores de la educación no solo de México sino de Latinoamérica, vive la peor crisis política desde que naciera como organismo sindical.

Fue a finales del sexenio de miguel de la Madrid cuando el SNTE liderado por el profe y Lic. Carlós Jonguitud Barrios sintió los primeros embates del gobierno federal.

A la llegada de Carlos salinas de Gortari, como presidente de México y viendo la potencialidad del SNTE quien estaba aún bien organizado y un capital político envidiable  sirvió a los intereses del Partido Revolucionario Institucional. (70 años).

Carlos Salinas con su proyecto del neoliberalismo social inicio en serio el ataque a la autonomía sindical. Nombrando por sus pistolas a Elba Esther Gordillo Morales, aquel inolvidable 23 de abril de 1989 como nueva dirigente del SNTE en sustitución de Carlos Jonguitud Barrios

Fue ahí cuando se acabaron los bonos extras y las canonjías políticas para los trabajadores de la educación.

El tema del neoliberalismo social fue solo un pretexto para dizque modernizar la educación en México, pues el verdadero sentir de Carlos Salinas  fue un revanchismo político en contra de los líderes del SNTE y de los petroleros, quienes ya se habían pronunciado por la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el recién integrado Partido de la Revolución Democrática.

De sobra es conocido que el verdadero ganador de esa contienda había sido el PRD pero con la ayuda del entonces secretario de gobernación Manuel Bartlett Díaz, pasada de la media noche el día de la elección presidencial fue el encargado de bajar el swicht del sistema de informática electoral, difundiendo temprano la versión oficial de que el ganador de la contienda era Carlos Salinas

Era obvio que con este resultado quisieron decir a la ciudadanía que la elección había sido reñida pero con sustento democrático.

Pero volviendo al tema que nos ocupa fue aquí en esta época cuando se inicia la debacle del SNTE pues Salinas de Gortari y con la complicidad de Elba Esther Gordillo, creo la mal llamada modernización educativa, instituyendo la carrera magisterial, como un instrumento divisorio pues este proyecto educativo, solo vino a  dividir a los trabajadores de la educación, en trabajadores de primera, de segunda y hasta de tercera. En realidad eso fue carrera magisterial

Se crearon las categorías de la A hasta la E y conforme presentaban los exámenes, el maestro que tenía suerte de ser amigo compadre o simplemente se mochaba, con lo que decidían, avanzaba en la categoría salarial; no se concebía que los exámenes se los pasaba el intendente, la secretaria el prefecto y reprobaban el pedagogo, el inspector, el director, cuantos pleitos en los centros de trabajo me tocó ver.

Era lógico se trataba de dividir y hacer pelear a los trabajadores de la educación quienes aún no asimilaban la caída de Carlos Jonguitud.

Durante el sexenio de Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo, bailo al son que le tocaran en Los Pinos, pero una vez que dejo el poder, su creador Salinas de Gortari formo el PANAL integrado en su mayoría por trabajadores de la educación, quienes durante los sexenios panistas de Fox y Calderón fue el fiel de la balanza traicionando de esta forma al Partido Revolucionario Institucional.

El error garrafal de Elba Esther Gordillo es haber simulado que como priista apoyaba el proyecto presidencial de Enrique Peña Nieto a la silla presidencial cuando era a Humberto Moreira, a quien Elba Esther había hecho primero presidente nacional del PRI y posteriormente seria el presidente de México, ese era el plan

Sin duda un plan fallido, y los resultados saltan a la vista, Moreira exiliado en el extranjero y enredado en sus cuentas públicas en Coahuila y Gordillo Morales en prisión pagando con creces los errores y traiciones a Jonguitud, a Salinas  y ahora a Peña Nieto.

En vísperas de la elección que sustituirá a Juan Díaz de la Torre, el SNTE se encuentra a la deriva sin un guía moral que los conduzca a un final feliz, en el nuevo sexenio que está por iniciar y para desgracia el PANAL está a punto de desaparecer al no reunir el porcentaje que requiere el INE para seguir registrado.

El SNTE está huérfano sin padre y sin madre y sin ninguna directriz, será por ello que los líderes seccionales hacen y deshacen con las cuotas y fideicomisos sindicales, sumiendo a los trabajadores en la peor crisis moral y económica que se tenga historia

Sin duda los mejores tiempos de los trabajadores de la educación fueron los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo, bajo la dirección del inolvidable Carlos Jonguitud Barrios, el mejor dirigente nacional que ha tenido el SNTE y el mejor gobernador que ha tenido San Luis Potosí.