Toño Martínez

Gracias a las lluvias intensas registradas en la Huasteca, lagunas o humedales como los de Tanquian de Escobedo recuperan su esplendor y con ello la abundante biodiversidad que los habita.
De hecho, los humedales Tamoxin, «El Tamarindo» y «El Tecolote» son santuarios para aves migratorias como ganzo canadiense, pelícanos, gallaretas, patos, jaguares, víboras como mazacuata o boa mexicana, linces, zariguellas, venado, zorros y quelonios.
Los humedales drenan el exceso de agua hacia el rio Moctezuma, cuyo caudal aumentó por las precipitaciones en el centro del país pero aun tiene capacidad de desalojo.
El profesor Adalberto Trejo Azuara, ecologista de Tanquian, señaló al respecto que los humedales requieren mayor atencion del Gobierno para su protección y conservación, ya que son vitales para el ecosistema de la Huasteca.
Mientras tanto, muchos de los habitantes de la zona centro de la Huasteca están generando conciencia del cuidado de la naturaleza sumándose a la lucha contra el cambio climático; comentó.