TRAZOS Y SOMBRAS

Por Fernando Díaz de León Cardona

La gente se pregunta: ¿Hasta donde es sano, conveniente o prudente la confrontación entre el gobierno del estado que encabeza José Ricardo Gallardo Cardona con el alcalde reelecto Enrique Galindo Ceballos? ¿Es buena o es mala? Se cuestionan.

De ninguna manera un pleito prolongado entre ambos gobernantes es bueno, no es recomendable. Primeramente, porque una pugna entre segundones o voceros oficiosos más que por los propios mandatarios, lo único que provoca es el enrarecimiento de la política, las imprecisiones, el retraso y una enorme miseria intelectual.

Gallardo es el gobernador y es el jefe político en la entidad. Él manda y el decide si se mueve o no una hoja de un árbol; pero también Enrique Galindo es el presidente municipal de la ciudad más importante de todo el estado, de tal manera que un agarre entre ambos a nadie conviene.

Galindo debe tantearle muy bien el caldo a los camotes. Ya le quitaron Villa de Pozos y el tema del INTERAPAS parece irreversible. Bueno, hasta una regidora del Partido Acción Nacional se puso sus moños y voto en contra de las propuestas de los directivos de la Junta de Gobierno. A ese paso, al rato frenan recursos y le retiran la facultad de recaudar lo que recibe la Dirección de Tránsito.

Viéndolo por el lado amable, la pugna política que se traen gobierno y municipio también podría arrojar resultados positivos. Ambos mandatarios en su ánimo de colgarse medallas o en su intento de avanzar con iniciativas novedosas y lucirse ante la ciudadanía, están propiciando un clima de competencia positiva de haber quien hace más. Eso es bueno, siempre que las inversiones, las mejoras a los servicios y las obras continúen.

Que uno y otro busquen abrogarse el mérito, eso a la población poco le importa, lo trascendente es que se siga trabajando en bien de la ciudadanía. ¡Total! Si Gallardo hace un puente, pavimenta calles y hace una buena Feria Y Galindo hace lo mismo, buenos festivales y otras acciones locales, indiscutiblemente que los más beneficiados serán los capitalinos.

Lo que pasa es que algunos potosinos son bien cabrones y siguen tratando de encontrarle chichis a las gallinas. “Que si Villa de Pozos”, que si el INTERAPAS, que si el agua de la presa se desperdicia, que si la autoridad electoral anda buscándole a Galindo, que si amerita o no un juicio político o que si la Fiscalía ya le anda armando una carpeta de investigación, son los temas o la comidilla de todos los días.

Apostemos a que ambos gobernantes se pongan en paz y de acuerdo y se dediquen a trabajar, cada uno en lo suyo. Tratar desde ahora de aniquilar al contrario no conviene ni a la convivencia pacífica ni a la buena política. No olvidemos que San Luis es más grande que las aspiraciones o los caprichos de algunos y que más allá de la Sierra de San Miguelito hay vida.

Hasta pronto