TRAZOS Y SOMBRAS
Fernando Díaz de León Cardona
Bajo el argumento de que la UASLP tiene perfectamente blindado el examen de admisión para los cerca de 8 mil aspirantes a ingresar a la Máxima Casa de Estudios, Otra cifra semejante se quedará sin la posibilidad de ingresar a alguna Facultad.
Cada año es lo mismo, y lo que siempre se queda en el aire, es la cantidad de recursos que recibe la Universidad por concepto de derecho a exámenes académicos y de salud. ¿A dónde van a parar? Nadie sabe, nadie supo, y vaya que es una cantidad considerable la que la UASLP recibe en cada proceso de admisión.
Con la consigna mediática de que no habrá influyentísimo, palancas, filtraciones, corruptelas o arreglos bajo el pupitre, 7 mil 775 jóvenes preparatorianos de 16 mil que buscan un espacio en la UASLP podrán inscribirse en alguna de las carreras que oferta la Universidad, el resto no. El problema del cupo es el eterno pretexto, aunque su origen estructural es otro.
Desde que se comenzaron a materializar los recortes a las universidades públicas, y desde que el gobierno federal decidió abrir universidades también públicas pero con futuro incierto; el campo propicio para la educación privada se dio con la apertura de decenas de instituciones de formación superior. Algunas serias pero otras inconsistentes o patito.
El tema de la educación, seamos claros, es un gran negocio y, desde tiempo atrás, los gobiernos federal y estatales alentaron la creación de instituciones académicas particulares con el pretexto de que universidades públicas como la UASLP, no tenían la capacidad para satisfacer la demanda de ingreso; eso es un hecho real.
No es cierto que los estudiantes que no logran ingresar a la UASLP tengan opciones en escuelas privadas. Existen instituciones, sí y de sobra, solo que muchos padres de familia de estos muchachos no tienen los recursos económicos suficientes como para inscribir a su hijo o hija en una institución privada, lo que los condena a la informalidad o a la necesidad de conseguir un empleo mal pagado en donde sea y de lo que sea. Triste realidad, pero así es.
ENTRE SOMBRAS
En el conflicto entre la Escuela Normal del Estado y la sección magisterial 52, ciertamente no hubo vencedores ni vencidos, lo que si hubo fueron perdedores; entre ellos, el de la nueva canción de “Fuerza Magister” Juan Carlos Torres Cedillo, secretario de Educación del Gobierno del Estado SEGE y el recién nombrado director del SEER Martín Rodríguez Martínez.
Han transcurrido 4 largos años y ninguno de ellos supera la curva del aprendizaje. Impulsar o hacer cambios por sus tanates sin el previo consenso orilló al gobierno estatal a tener que intervenir de manera directa para poner en pausa un problema que nadie puede dar por terminado.
¿Y su nieve de limón de que la quieren? Ahora resulta de que, si el candidato a la gubernatura del estado es del Partido Movimiento Ciudadano, el MC aceptaría una alianza con otros partidos políticos. Según Marco Gama, porque les fue muy bien en Durango y en Veracruz. ¡Qué iluso!
Hasta pronto.