TRAZOS Y SOMBRAS
Por Leónidas Fernández
Decían las abuelas o las mamás de antes: “Ánimas benditas que ya se acabe esto”. De que los potosinos somos fiesteros, claro que sí, harto.
Lo mismo disfrutamos de los festivales de Primavera que de la Feria Nacional Potosina FENAPO, de la Independencia o de la Revolución, del Día de la Raza, “aunque sea la de la prepa.
Festejamos el Día de Muertos o el Xantolo y no se diga la navidad y el año nuevo que no tardan en empezar con la fiesta, El Buen Fin, las ventas y el prendido de luces. El consumismo en su máxima expresión.
Para todo hay. Vino, cerveza, tamales pan de muerto o zacahuiles. De cómo explotar mediáticamente nuestras tradiciones y costumbres, de eso se encargan los todólogos, los mercadólogos y los oficiosos.
Y ya no hablemos del cumulo de boletines oficiales que se elaboran para atraer o distraer, para desviar, justificar o para gastarse hasta lo que no se tiene aunque la fila de proveedores a los que les debe el gobierno sea enorme o interminable.
Durante estos cuatro años, nuestro gobierno se la ha llevado pajita. Aunque deban, ya se sabe que todo mundo se hace pendejo con los compromisos. De no ser por eventuales bloqueos populares por la falta de agua, por drenajes colapsados, destapados o mal conectados, y desde luego por el conflicto con la Universidad, todo lo demás es fiesta. Pan y circo al pueblo y bailongos para todo mundo, al cabo son gratis.
Los adeudos con personal retirado o jubilado, con los maestros del SNTE con los productores, con los damnificados, con la universidad y un largo etcétera, puede esperar porque a decir de algunos, la mayor parte de las obligaciones son federales y los estatales son extraordinarios, es decir, que lo olvidaron o no lo contemplaron en el presupuesto de este año.
Lo cierto es que el tiempo corre y no se ve claro por donde las cosas marchen bien. Estamos ya por ingresar a un año preelectoral y aunque formalmente las elecciones son hasta el 2027, ya hay voces que sugieren se adelante el inicio del proceso para el mes de octubre del 2026, no vaya siendo que el desgaste sea mayor, no hay otra explicación.
Legalmente las elecciones constitucionales arrancan el próximo año con las convocatorias, integración formal y conformación de los órganos distritales federales, locales y municipales. De eso no hay vuelta de hoja. Las encuestas hasta ahorita dan como seguros ganadores a unos y otros, todo depende quien las mande hacer y pagar.
Algunas insisten en que MORENA está arriba y que le sigue el PVEM. Otras, indican y afirman que el PVEM ya se colocó en el tercer lugar, posicionando en el segundo al PAN. Lo cierto es que siguen siendo tendencias bien o mal intencionadas o mandadas a hacer como traje a la medida. Habrá que esperar el esquema de alianzas que se harán.
Y Vaya que se concretarán porque todas las señales e indicios así lo apuntan. No lo harán porque tengan empatía o estén identificados ideológicamente. Lo harán porque es la única posibilidad de subsistir y para no quedarse fuera del presupuesto, así de sencillo. Al final del día, de “herencias malditas” están barnizados todos los partidos, ¿o no?.
Hasta pronto.







