CAMINANTE
Toño Martínez
Pocos presidentes de México habían iniciado su mandato en medio de tantas presiones políticas, sociales, empresas del estado técnicamente quebradas como PEMEX -que hasta Diciembre de 2024 perdía más de 600 mil millones de dólares y se le sigue inyectando dinero público-, amenazas contra la estabilidad nacional desde fuera como dentro del país y ahora las consecuencias políticas que traerá la extradición de 29 de los más peligrosos delincuentes mexicanos.
Lo que está enfrentando Sheinbaum no es para alegrar a nadie, ni a sus adversarios políticos ni a sus detractores dogmáticos primero por su condición de mujer, y segundo porque les guste o no su forma de gobernar a Alejandro Moreno, Marko Cortéz, Kenia López, Lily Tellez, Xochitl Gálvez, Ricardo Anaya, Rubén Moreira, Gilberto Lozano, Tiburcio el de las paletas y Petra la Tripera, enojados porque no están incluídos en la pensión Bienestar, es la presidenta; o sea representa a la patria y con ello a todos los mexicas, burros e intelectuales, chairos y fifís, ladinos, prietos y güeros, flacos y panzones, mujeres, hombres, jóvenes, senectos y de todos los géneros humanos -bueno unos no tanto-.
Encima de eso y cuando su partido MORENA, actores políticos y sus aliados, debieran arroparla, los legisladores en el Senado y la Cámara de Diputados andan agarrados de la greña como cualquier pandilla de barrio por diferencias en intereses sectarios, y sus tribus por igual al grado que provocaron la primera abolladura a su corona al rechazar la propuesta de poner en vigor la Ley Contra la Reelección y Nepotismo el 2027 y en franca desobediencia sobre todo el Verde Ecologista la mandaron hasta el 2030.
Claudia no necesita de funcionarios lambiscones que le endulzlcen el oído pintándole un paraiso mexicano gracias a la 4T cuando la realidad es de purgatorio. Le hacen daño servidores como Rosa Icela Rodríguez la de Gobernación, cuya costumbre es rendir informes con mediciones a la baja en todo lo que toca hacer, como fue seguridad cuando la violencia y criminalidad crecía y crecía; requiere de colaboradores con habilidades y talento probados, capaces de poner primero a México que a un proyecto político, como un Marcelo Ebrard, Omar García Harfuch, Juan Ramón de la Fuente, Luisa María Alcalde, desperdiciada como dirigente de MORENA y varios mas de la misma hechura.
Todo ese ambiente negro y denso pega durísimo a Claudia y a su inteligencia emocional o soft; skill; la presi no es la Wonder Woman ni la capitana Marvel y la inestabilidad de Donald Trump con su juego perverso de «ahí viene el coco» cambiando de fechas la aplicación de aranceles y tarifas a nuestras importaciones, equivale a despedazar sus nervios.
El rostro de Claudia y su sonrisa forzada, hablan de las borrascas internas y mínimo tes de Valeriana, pasiflora o manzanilla debiera estar tomando contra el estrés; igual puede recurrir a limpias tranquilizadoras con chamanes de Catemaco, y desde luego orar y meditar con respiraciones suaves y profundas para que como decía Kaliman «serenidad y paciencia».
Que desde la metafisica decrete que no se puede enfermar para que pueda pensar con claridad y le vaya bien a México.
Que la fuerza acompañe a Claudia Sheinbaum contra Darth Vader Trump y las hordas mongólicas de su partido, para que pueda salir de la dimensión desconocida por México.
