El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció este martes la suspensión de los vuelos desde y hacia India hasta el próximo 15 de mayo, para prevenir transmisiones locales de COVID-19 por la entrada de pasajeros provenientes de ese país que atraviesa una crisis sanitaria.
Morrison explicó en una rueda de prensa en la ciudad de Sídney que los vuelos indirectos de India desde lugares como Doha (Qatar), Kuala Lumpur (Malasia) o Singapur, ya han sido suspendidos por las medidas impuestas por sus autoridades.
“Necesitamos ralentizar el ritmo significativamente en las próximas semanas”, remarcó Morrison al explicar que el 95 % de los casos de covid-19 entre los australianos que se encuentran en un centro de cuarentena para repatriados en el Territorio Norte, provienen de India.
El mandatario, quien había anunciado la semana pasada la reducción de un 30 % de los vuelos comerciales y de repatriación de India, también anunció el envío de 500 respiradores artificiales, mil mascarillas quirúrgicas, entre otros instrumentos para ayudar a ese país a hacer frente a la pandemia.
Brote de COVID-19 vinculado a un viaje de bodas
La suspensión de vuelos a India, en donde hay unos 8 mil australianos varados, se da después de que el gobierno del estado de Australia Occidental ordenara el viernes el confinamiento por tres días de la ciudad de Perth, en el suroeste del país oceánico, y de la región contigua de Peel.
La orden respondió a la detección de un caso de COVID-19 en un hombre que había cumplido una cuarentena en un hotel de viajeros internacionales de Perth, en la habitación contigua de otra persona infectada, antes de pasar cinco días en la ciudad libremente y sin saber que había contraído la enfermedad.
Además de este hombre, que dio positivo tras viajar a Melbourne, se contagiaron otras dos personas a raíz de este brote en Australia Occidental, que la prensa local vinculó a otro varón que viajó a India para casarse, antes de retornar a Australia.
El supuesto viaje de bodas a India reavivó un fuerte debate en Australia, país que mantiene sus fronteras cerradas desde marzo de 2020, en torno a las exenciones de viajes y el sistema de cuarentenas en hoteles, en momentos en que aparecen nuevas cepas y estas instalaciones no previenen la transmisión aérea.
Los 25 millones de pobladores de Australia, país que ha gestionado bien la pandemia y tiene retrasos en su programa de vacunación contra la COVID-19, viven actualmente una práctica normalidad, que les permite asistir a conciertos masivos sin necesidad de usar mascarillas, aunque son esporádicamente sometidos a confinamientos bruscos preventivos.
Australia acumula unos 29 mil 700 infecciones de coronavirus desde el inicio de la pandemia, incluyendo unos 910 muertos, la mayoría de ellos durante la segunda ola que se originó por fallos en los protocolos de los hoteles de cuarentena en la ciudad de Melbourne.