Este lunes en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) se inauguró la Quinta edición de la Semana del Alzheimer, esto como parte de los eventos conmemorativos por el Mes Mundial del Alzheimer, dicha semana comienza este 18 de septiembre y culmina el 24 de este mismo mes, dicha semana comprende un ciclo de conferencias, una proyección cinematográfica y una carrera atlética con el objetivo de informar sobre esta enfermedad que afecta a cerca de 25 mil personas en el San Luis Potosí.
Al respecto, Guadalupe del Pozo Chávez, Presidenta de la Asociación Potosina de Alzheimer y Enfermedades Similares A.C. (APAES), señaló que esta enfermedad afecta principalmente a mayores de 60 años, aunque últimamente se han dado cuenta que se presentado síntomas a edades más tempranas, «a la asociación acuden personas que tienen 50 o 55 años y empiezan a tener principios de esta demencia, que es la que más padecen en el mundo millones de personas», dijo.
Indicó que esta es una enfermedad crónica degenerativa y hasta el momento incurable, el síntoma más común es la pérdida de memoria o los olvidos que se tiene en la vida diaria con mayor frecuencia, aunque en algunas personas puede aparecer síntomas como dificultades para comunicarse mediante el habla, pero generalmente la pérdida de memoria es el síntoma más notorio.
«Hay varios signos de alarma, como puede ser alteración en la conducta, irritabilidad, depresión, aislamiento; hay otros síntomas que se pueden notar porque la persona en esta primeras etapas, naturalmente se da cuenta de que algo les está pasando en su cerebro», dijo Del Pozo Chávez quien mencionó que aunque no se tiene una estadística concreta, dada la cantidad de adultos mayores que hay se proyecta que entre 20 y 25 mil personas en el estado padecen esta enfermedad.
Finalmente comentó que para esta enfermedad afortunadamente ya hay varios especialistas que están capacitados para diagnosticarla, pero lo principal para combatir esta enfermedad es el trato que la familia tiene, pues se tiene que tomar conciencia que se tiene que proteger a esa persona vulnerable que ya tiene muchos síntomas y afectaciones que le impiden desarrollarse y llevar una vida diaria normal, «hay algunas sustancias químicas que favorecen a que dos o tres años la persona permanezca sin avances de la enfermedad, aunque después la enfermedad sigue su curso, hasta el momento no hay una cura concreta, pero la familia es fundamental en el tratamiento», concluyó.