Víctimas de abuso sexual y violencia física tienen que refugiarse
La responsable de la asociación civil Otra Oportunidad, Elizabeth Ralph, puntualizó que en la actualidad se apoya a 18 núcleos familiares con un promedio de tres hijos por cada mujer que ha tenido que solicitar el apoyo de este refugio para resguardarse de sus agresores.
Expuso que las víctimas han tenido que dejar sus hogares debido a que han sufrido todo tipo de vejaciones que van desde golpes hasta abusos sexuales, sin embargo explicó que estas mujeres llegan al refugio junto con sus hijos porque ven amenazadas sus vidas.
Cuestionada sobre si estas mujeres también han huido de la delincuencia organizada, dijo que es muy difícil establecer un patrón de los agresores, puesto que no hay uno en específico, sin embargo cuando se cumple con el perfil que el refugio Otra Oportunidad exige se les da la protección, “este es un espacio primordialmente que sirve como una herramienta que pude salvar la vida de una mujer y sus hijos”, señaló.
Ante la demanda de casos, añadió que es muy necesario el apoyo de las autoridades, por lo que incluso mencionó que se cuenta con el compromiso del Gobernador del Estado, Juan Manuel Carreras de apoyar este refugio, “el señor gobernador estuvo en nuestras instalaciones ahí él se dio cuenta de los servicios que se dan a quienes están en resguardo. Ahorita precisamente estamos nosotros buscando ese apoyo que él accedió a dar y estamos pro concretarlos”.
Comentó que se requiere de presupuesto ya que el espacio de resguardo opera 12 meses del año, las 24 horas del día y requiere de un equipo operativo especializado en todas las áreas
La funcionaria explicó que la Asociación Civil es una organización que proporciona atención para víctimas de violencia familiar con el objetivo de brindar apoyo integral a mujeres y sus hijas e hijos en situación de violencia extrema, siendo una opción que salvaguarda su integridad física de los mismos.
Explicó que el Refugio es un espacio temporal donde se proporcionan herramientas necesarias a través de atención integral, es decir, legal, psicológica, salud, educación, capacitación y trabajo social, para reaprender a tomare sus propias decisiones y crear un nuevo plan de vida libre de violencia.
Ahí se les brinda un apoyo integral incluida, si es necesaria y la víctima lo pide, capacitación para el trabajo, con el fin de que la dependencia económica no sea la causa para que regrese al hogar en donde ha sido violentada.