El ISSSTE no solamente es ejemplo de operaciones o intervenciones quirúrgicas exitosas, como recién presumieron sus directivos; también persisten resistencias al cambio para extinguir actos de mercantilismo y corrupción entre su personal médico que, desde sus consultorios buscan hacer negocio con los pacientes que son derechohabientes de la institución.
El ejemplo más significativo, se sigue presentando en el consultorio del médico especialista en Traumatología, Adolfo I. Encarnación Castro, quien aparte de asumir una actitud prepotente, a veces de soberbia o indiferente con los pacientes, los envía a servicios médicos externos de Radiografía o de Fisioterapia, servicios que desde luego tienen que costear los derechohabientes.
Beneficiarios del ISSSTE, señalaron que, si cualquier mortal con derecho al servicio médico acude con este especialista, tienen que resignarse a un trato indiferente. “No ve al paciente a los ojos porque su mirada esta fija en la computadora”, “se muestra soberbio e indiferente” “ignora o pretende ignorar, que los derechohabientes al ISSSTE están pagando o pagaron durante años puntualmente sus cuotas para recibir de la institución un servicio y un trato digno”.
“Por la mente de este galeno, no cruza la idea de que, si el ISSSTE no cuenta en lo interno con un servicio, este debe ser subrogarlo, es su responsabilidad, pero no obligar a que del bolsillo de los trabajadores se pague en lo externo servicios de radiografía o fisioterapia que cuesta a veces hasta el doble de lo que perciben de sueldo o de pensión,” manifestaron.
Expresaron que de esta situación esta debidamente enterado el director la clínica, a quien en varias ocasiones le han puesto sobre la mesa el comportamiento y posible negocio con centros de atención particular del médico Adolfo Encarnación Castro. En este contexto, dijeron que ahora que venga a San Luis Potosí el presidente López Obrador, le entregarán una carpeta con antecedentes para que ponga solución a un problema de probable corrupción y complicidad.