Muchas fueron las expectativas que se crearon en torno al informe que rindió ayer domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta vez, AMLO estuvo solamente rodeado por un sombrío y desolado patio central de Palacio Nacional. No hubo el vitoreo, las porras ni los aplausos de los que el pastor y conductor espiritual de la 4ª Transformación se conmueve, disfruta y está acostumbrado.
Las respuestas que millones de mexicanos esperaban escuchar en medio de la más terrible epidemia que ha comenzado a enfermar y matar a muchos mexicanos, y en consecuencia a propiciar una de las crisis económicas más difíciles que México tenga memoria en las últimas décadas, se tradujeron en propuestas a medias, en promesas imprecisas y en desencanto para quienes esperaban ver a un jefe de Estado sensible, coherente y echado para adelante.
La propuesta de reactivación económica propuesta por el presidente de la República se tradujo ayer en un insulto a importantísimos sectores de una sociedad que ayer sostenía: “Los pobres que hoy reciben migajas del gobierno de AMLO seguirán siendo pobres y el rico se hará más rico”. “El de en medio, el emprendedor, el pequeño y mediano empresario, el que arriesga su patrimonio e invierte, el que genera empleo y paga sueldos querrá mejor ser pobre.”
Veamos porque lo dicen: Según fuentes oficiales, la columna vertebral de la economía en México la constituye la pequeña y mediana empresa con el 72 % del empleo en el país. Existen, según datos gubernamentales, 4 millones 926 mil empresas pequeñas y medianas y, en conjunto, todas, acumulan ni más ni menos, que el 52 % del Producto Interno Bruto PIB.
Ante la crisis, (transitoria) que dice AMLO, este amplísimo sector de la economía no logrará sobrevivir y difícilmente podrá subsistir porque no tendrá liquidez para comprar materia prima, pagar sueldos, prestaciones, rentas, servicios básicos de agua y luz, impuestos estatales, municipales y federales, así como otras obligaciones como cuotas obrero-patronales al IMSS y al INFONAVIT.
De este sector en específico, AMLO ni siquiera rozo el tema, pero la consecuencia será que esas empresas cerrarán y dejarán de aportar miles de millones de pesos al fisco, y como resultado, el gobierno dejará de recibir esos ingresos, independientemente de que habrá despidos masivos e incuantificables en las empresas que preferirán cerrar, para que luego, y en la lógica presidencial, millones de mexicanos engrosen a las filas del ejército de la pobreza que hay en el país para recibir dádivas del gobierno y convertirse en clientela.
Quizá, el dato más significativo del informe presidencial, fue el que se aplicarán 339 mil millones de pesos en inversión pública y privada, en donde magnates como Carlos Slim, y otros, representan lo más rancio de ese capitalismo salvaje al que tanto condenan y atacan los genios de la Cuarta Transformación. Lo demás, simplemente no es virtud, sino una obligación de gobierno. El derecho a la vivienda, a la salud y a la alimentación son conquistas laborales y sociales logradas desde hace muchos años.
En calidad de mientras, 450 mil ciudadanos se estarán apuntando para solicitar un crédito para instalar su “Tiendita del Bienestar”. Dos millones de mexicanos del sector formal e informal que sobreviven el día a día, podrán también enlistarse porque AMLO no los va desamparar y les creará su empresita familiar.
Los 630 mil burócratas que no están en riesgo de ser despedidos, igual, podrán solicitar su “préstamo” por una sorprendente e inédita cantidad que va desde los 20 a lo 56 mil pesotes para que se vayan a descansar ahora que pase la epidemia y crisis económica (transitoria).
En fin….este México ya se jodió, y por lo que se observa, MORENA y la 4ª Transformación también….ya se verá.
Hasta pronto.
deleoncardona@hotmail.com