A la llegada de los españoles, éstos se encuentran que muchas de las tradiciones de los indígenas son parecidas a las que ellos acostumbraban, como lo es el Día de Todos los Santos, donde se recuerda a los niños, y el de los Fieles Difuntos, cuando se conmemora a los adultos.

“Los españoles empataran las dos tradiciones y las ponen en 1 y 2 de noviembre. Mientras la ofrenda prehispánica es a nivel de piso, los altares, los españoles colocan más niveles. En un inicio montaban tres haciendo referencia a la Santísima Trinidad, posteriormente se fueron agregando más hasta llegar a siete niveles ” menciona Jaime Santoyo Márquez, quien es museógrafo de León, Gto.

Los indígenas acostumbraban poner imágenes de sus dioses pero al haber esta sincronía entre dos culturas algunas de estas imágenes cambian por otras católicas, como la figura de San Miguel, la Virgen, el Crucifijo y agua bendita que también ofrecían los indígenas, pero para beber.

“Aparecen los cirios, ellos no tenían la industria de la cera (los indígenas) y lo que ponían era ocote. Empiezan a poner también el retrato de la persona. Agregaron elementos cristianos sin eliminar los elementos indígenas porque eso no logran erradicar”.

Elementos de una ofrenda indígena

Mezcal o pulque, por ser una bebida sagrada, máscara de papel amate, para que el muerto se reconozca. Imagen de algún dios, presidía la ofrenda. Agua, para que la bebieran. Calabaza o camotes, alimentos propios de la tierra. Flor de cempasúchitl, para iluminar el camino. Calaveras hechas con jícara o camote, también como ofrenda. Una cruz (no cristiana), para indicar el rumbo de su camino.

El museógrafo señaló que así es que surge un sincretismo en donde aparecen estos altares coloridos donde se suplen elementos indígenas por materiales más fáciles de obtener, como el papel amate por el de papel de China y una diversidad de elementos modernos que suplen a los prehispánicos.

Elementos Alter de Muertos Actual

Imagen del difunto, para que el muerto reconozca su ofrenda. Crucifijo, como símbolo de la religión católica. Papel picado, representa la alegría de la festividad de los muertos. Velas, ilumina el camino al mundo de los vivos. Flor de cempasúchitl, como ornato y su aroma sirve de guía a los espíritus. Comida, comúnmente es el platillo predilecto del difunto y su alimento durante su visita. Pan, representación de la eucaristía. Herramientas, ya sea del trabajo que tenía el difunto o si es dedicado a un famoso, por ejemplo su música, una guitarra, una máscara.

“Esta tradición tiene dos momentos, antes de la llegada de los españoles, la forma en que vivían los indígenas y el segundo en el momento de la Conquista, donde de colocan varios niveles en las ofrendas. Esta tradición, si queremos que no se pierda, debemos respetar sus elementos básicos pero incorporar elementos de la actualidad”.