El señalamiento del candidato del PVEM al gobierno del estado, José Ricardo Gallardo Cardona, en el sentido de que ´´la mafia del poder´´ que durante años ha gobernado San Luis Potosí solo se ha dedicado a edificar lujosas casas o mansiones para ellos y sus familias, olvidándose de construir escuelas y hospitales al servicio de los más pobres, fue sin duda una apreciación demasiado benevolente, considerada y piadosa.

Nadie ignora que, por décadas, un reducido grupo de familias de abolengo y otros grupos minoritarios identificados como ´´los nuevos ricos´´ de San Luis, efectivamente han amasado fortunas y aumentado groseramente su patrimonio cuando el gobierno en turno ha instaurado y fomentado el contubernio, fuertes nexos de interés o redes de complicidad en las que empresarios y políticos han lucrado o robado a manos llenas.

Algunos viejos y nuevos empresarios provenientes de esas familias y muchos otros políticos que han gobernado u ocupado diversos cargos de representación popular, se han beneficiado y, en poco tiempo y sin mucho esfuerzo han resuelto el futuro económico de ellos y de sus siguientes generaciones debido a la corrupción, al evidente tráfico de influencias por virtud de las bondades que otorga el poder público.

El dinero que llega de la federación o el que se genera por los impuestos y derechos que paga el pueblo, solo ha servido para favorecer a unos cuantos con contratos millonarios para compras u obras muchas veces innecesarias o suntuosas que luego suelen presumir como logros de gobierno, sin embargo, la realidad es que ha sido muy poco o nada lo que se invierte y se destina para combatir las grandes desigualdades sociales existentes en las cuatro zonas de la entidad potosina.

Los viejos y nuevos ricos, ciertamente se han dedicado a construir residencias que se traducen en insulto y ofensa para los más jodidos, empero, no ha sido solo eso, y ahí creo que El Pollo Gallardo se queda demasiado corto. Todos esos gobernantes, políticos, representantes populares y algunos empresarios convertidos en vulgares traficantes de influencias son los que hoy tienen controlada la mafia de la medicina privada, la educación particular, el desarrollo urbano, el rentable y siempre lucrativo comercio inmobiliario, la industria hotelera y restaurantera, la venta de autos nuevos, la seguridad privada y el gran negocio de la construcción en San Luis Potosí.

Dice Gallardo, ´´Son esos cabrones los que durante casi 90 años han tenido a San Luis Potosí sumido en la pobreza y en la miseria extrema, en el abandono, la explotación y el olvido´´. Y es cierto. Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, esta clase pudiente es la que configura, identifica y define a lo más recalcitrante de la derecha y el conservadurismo potosino que se resiste a la transformación de este país.

La visión del candidato a la gubernatura por el Partido Verde no solo empata con el sentimiento de cambio y la percepción que tiene el presidente de la República, sino que El Pollo Gallardo ha sabido nutrirla y transmitirla ante su pueblo. Por eso es por lo que algunos les produce temor el hecho de que Ricardo Gallardo resulte vencedor el 6 de junio.

Justo por ello, es que se ha maquinado, se confecciona y se despliega una guerra sucia de denostación y desprestigio en su contra, y es por eso que enfrenta una elección de Estado en la que se conjugan y se invierten recursos públicos y en donde también intervienen intereses privados, poderes fácticos y actores externos presuntamente intocables para impedir, al costo que sea y al precio que sea su llegada al gobierno.

Hasta ahora, a un mes y medio de campaña, el único discurso que ha colocado y sometido al escrutinio público toda esa historia de poder ilimitado, de complicidad, abuso y corrupción ha sido justamente el de Ricardo Gallardo. Los candidatos de MORENA al gobierno del estado con Mónica Rangel y a la presidencia municipal con Xavier Nava, no tienen argumentos ni tendrían vergüenza en pretender asumir un planteamiento así.

Por otro lado, y pese a que la oferta política del Pollo Gallardo es la que más se identifica, se ciñe y se ajusta a los postulados y principios de la Cuarta Transformación, solo un par de ineptos y mediocres como Sergio Serrano y Alejandro Rojas Díaz Durán, dicen que votar por el Partido Verde es votar en contra de López Obrador, vaya miopía y cuanta miseria intelectual.

Visto en su dimensión, como es que Mónica Rangel podría cuestionar los excesos, la indolencia, la corrupción y la mediocridad del gobierno local, cuando ella fue y ha sido beneficiaria de las mieles del poder, además de haber pertenecido a ese sistema pervertido y corruptor. Como podría Mónica Rangel criticar los excesos, las simulaciones, las corruptelas y las depravadas acciones de un gobierno municipal capitalino de donde surgió su aliado para participar por MORENA en esta contienda. Son preguntas y creo que no hay respuesta.

Igual, como es que Xavier Nava pretende ahora abanderar a la Cuarta Transformación cuando le fue a patear y a orinar la casa al presidente de la República. Como convencer o engañar al electorado cuando públicamente, en incontables ocasiones, lanzo estiércol en contra de MORENA y del mismísimo presidente de este país.

Como podría el usurpador del verdadero navismo cuestionar las deficiencias de un gobierno estatal o a esos grupos y figuras empresariales de donde presuntamente salen apoyos en especie o en dinero para saciar su ambición política. Son interrogantes que tampoco creo tengan respuesta.

Hasta pronto