Por: Rafael Aguilar Fuentes (Chiquilín)

Decir que la renuncia del coordinador de los diputados federales del PRD José Ricardo Gallardo Cardona junto a otros 8 diputados, cayó como bomba atómica en el ambiente político es poco. Primero, hubo incredulidad y confusión, se esperaba que fuese «fake news,” pero no señor, el Gallardista número uno renunciaba al PRD.

Para muchos, es un divorcio doloroso, confuso, incomprensible, solamente los partidos políticos en sus cúpulas, saben sus pugnas internas. Como dicen, sólo el que trae cargando la maleta sabe lo que lleve ella. Según el mejor escritor de los últimos tiempos, el mexicano Juan Villoro, en un impecable retrato de los generales revolucionarios que se convirtieron en políticos en los años treinta, afirma que, «El primero que disparaba era el que ganaba; pues bien, la política en México así es, sólo conjugada con un verbo: madrugar» Fuera de las múltiples interpretaciones políticas y las trepidencias nacionales, este» mini terremoto» en San Luis Potosí causó preocupación para los adversarios de Ricardo Gallardo . «Ya se movió el cabr… en las grandes esferas», dijeron algunos. “Se lo tenían que llevar los de Morena ni modo”, dijeron otros», “Es muy hábil, tiene arraigo, experiencia y poder político», también se dijo. Pulso no sabía cómo reaccionar, Código San Luis, de María Luisa Paulín les ganó la primicia a todos, desde las 7:30 u 8 de la mañana el portal digital ya estaba anunciando dicha renuncia. Ni yo, que soy asiduo lector de ese portal compartí la información de inmediato, necesitaba datos y digerir lo que está sucediendo. Y no es para menos el PRD- Gallardismo iban de la mano, este partido creció de una manera exponencial con sus aliados Soledenses. Sólo el fraude electoral, la cárcel y las mentiras de una sociedad derechista y fascista pudieron frenarlo momentáneamente. Para la dirigencia nacional del PRD, San Luis Potosí siempre fue esperanza y orgullo, pero aun así cedieron a las presiones del PAN para que Gallardo Cardona no fuera candidato al senado y en la capital el PAN y el PRD no postularan al candidato común a la presidencia municipal a Gallardo Juárez. Es decir el PRD se dejó sugestionar por el circo de terror y sangre que inventaron los Navistas, Panistas y Priistas para que no se diera dicha alianza. El PRD debió saber que todo se paga y hoy se quedan sin una de las fuerzas sociales más importantes en San Luis Potosí, real y con estructura: el Gallardismo. Pulso, el periódico político pudo publicar el anuncio, dos o tres horas después, totalmente a destiempo dio la noticia pero ya «hervía” en las redes. Alcanzó a reaccionar y rápido fabricó una nota venenosa para tratar de contrarrestar la ola de rumores y el impacto que causó dicha nota con una entrevista al dinosaurio de la izquierda, Sergio Serrano, en donde afirma: «en Morena no queremos a Gallardo”. Llama la atención las declaraciones de Sergio cuando Morena se debate en una fenomenal pugna interna. La famosa esperanza se ha convertido en improvisaciones, dispendios y en un hato de pandilleros y chismosos, esa es la imagen legislativa del partido.

Por si fuera poco el PRI de Leonel Serrato y Horacio Sánchez Unzueta le tienen embargada una parte del poder político a esa institución. Serrano no manda a nivel nacional y no tiene los alcances para frenar negociaciones en el poder legislativo. Habrá muchas teorías, muchas lecturas de lo que pasó ayer, evidentemente que fue una negociación política a gran escala de la Presidencia la República y del partido Morena. Este necesita de la mayoría calificada para las grandes reformas constitucionales.

Mario Delgado, el coordinador de Morena y Ricardo Monreal después de pasar varios meses conviviendo con Ricardo Gallardo Cardona, se dieron cuenta de su talento, que es un operador político joven sano, sin vicios, que fue calumniado y castigado por la rumorología ultra derechista potosina (Priista y Panista) Prácticamente lo convirtieron en un monstruo qué devoraba gente a su paso y hoy lo buscan, necesitan de él para hacer sus grandes reformas en el Congreso de la Unión. Serrano y Serrato, se adelantan al decir quien entra o no entra a Morena, como si ellos mandaran en el país sobre ese partido. Gallardo Cardona no necesita pertenecer a esa organización política para lograr acuerdos que le beneficien como legislador a él o a sus electores, no señor. Por su parte algunos panistas y gentes de la Secretaría General de Gobierno estuvieron batallando con el WhatsApp, pues éste ya sólo acepta 5 mensajes a compartir.

Insisten en la teoría de que los «delitos del camino a la presa» y los de Sandra Sánchez Ruiz serian olvidados por López Obrador, cuando lo cierto es que la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía General ya dictaminaron que no hay ningún delito que perseguir, los medicamentos fueron entregados a la población laboral y pensionada. Lo de la «presa de San José’ es una tomada de pelo cuya demanda no vale un cacahuate, en lo más mínimo, hablando jurídicamente. Así, se la viven los asesores de Xaviercito Nada y los Panistas, mentira, tras mentira. Otros analistas exageran y consideran que esto pone en la carrera por la gubernatura a José Ricardo Gallardo Cardona, así son de importantes las decisiones del legislativo federal en estos años venideros. Hay temor en las filas de los que se sienten dueños de Morena, pues sí existe la posibilidad que este partido abra a sus filas a cientos de miles de Gallardistas. Por último. La apreciación política de que el Gobierno Federal pacto con el grupo legislativo de José Ricardo Gallardo Cardona cimbro, preocupo en el círculo rojo y a la sociedad potosina, pero no está en la esfera de la grilla local.

Son asuntos de la cúpula del poder en México y ya en los próximos días columnistas, comentaristas, sacaran sus conclusiones sobre esta jugada que prácticamente destruye y desfonda al PRD. Pero no deja de doler el partido del Sol Azteca, esta encallado, torpedeado, bombardeado y a punto de hundirse, y, por si fuese poco, le cayó una bomba de Hiroshima en el «lomo». Se le va la mitad de sus diputados federales. También el senador Juan Zepeda, anunció su salida y probablemente la senadora Leonor Noyola haga lo mismo. Así se recicla la política mexicana, así son las migraciones que dictan los desencuentros y encontronazos de las fuerzas políticas. Si el PRD falló a su mística de izquierda y está actuando como freno a los grandes cambios de la nación, parece que no quedaba de otra: Por lo pronto habrá que digerirlo: Ricardo Gallardo, el Gallardismo ya no es perredista.