El sistema de justicia penal acusatorio en México seguirá presentando deficiencias mientras persistan las prácticas de corrupción entre los responsables de aplicarlo y la falta de capacitación, porque se trata de un modelo que va en contra de las costumbres y malas tradiciones que imperan en la sociedad, afirmó el diputado Eduardo Izar Robles.

“Es una copia de un modelo de los Estados Unidos pero ni el sistema educativo ni el sistema de vida mexicano son copia del estadounidense; aquí tenemos una tendencia a buscar la impunidad, el influyentismo y el manipuleo de la justicia a través de la gratificación, de la mordida, aquí priva el principio de que no debes conocer derecho sino conocer al juez”, dijo.

Por ello, dijo, alcanzan su libertad verdaderos delincuentes como el señalado de asaltar y violar a una potosina en un transporte foráneo de pasajeros, “todo mundo sabía lo que había ocurrido antes que el juez por la exposición mediático y entonces la policía no investiga, no aporta pruebas, presenta un detenido con pruebas ni siquiera obtenidas por una investigación”.

“El caso se convierte en un triunfo mediático, de valentía de la víctima, pero en un fracaso jurídico y así hay muchos otros casos que ponen en evidencia las fallas de nuestra justicia, porque ahora, ya todo es derecho humano y cualquier presión sobre un detenido es motivo para que salga en libertad”.

El diputado Eduardo Izar señaló que esto va a generar que ya nadie vaya a denunciar un delito, de por sí el 95 por ciento no se denuncia y de los que sí se denuncian, la mayoría de los detenidos son puestos en libertad, “por eso decimos que es un fracaso que nos impongan un sistema extraño a nuestra ideología y forma de ser”.

“Ese sistema está en manos de policías sin capacitación de ninguna índole que siguen siendo los mismos del siglo pasado, de macana, texana, pidiendo para la gasolina, presionando en busca de la mordida, inventando delitos, aplicando el agua mineral para arrancar confesiones, que no saben nada de investigaciones científicas, con ministerios públicos flojos, tardados e interesados en los asuntos que litigan por terceras personas”, puntualizó.