Por: Rafael Aguilar Fuentes

Juan Manuel Carreras.
Ha empezado a jugar con dos candidatos.
Tal vez tenga algún otro «tapado» y aunque tiene la presión,la orden del Horaciato de beneficiar a Xaviercito,al parecer el idiota consentido del neo-navismo todavía no es el «buenero»

Sin embargo, han surgido una serie de rumores en donde el tercero en discordia sería Juan Ramiro Robledo Ruiz.

El juego perverso de la sucesión no termina,se da sin asambleas democráticas,
sin competencias intrapartidistas reales, aquí no importa lo decente o los méritos ciudadanos, es el dedo y el peso del gobierno, los brujos de palacio, los que siguen designando y resguardando el «agasajo» del presupuesto como el Hobbit del señor de los anillos.

Es decir, la cosa está viciada de origen.

¿Como olvidar al «pazguato» impune del doctor Toranzo? y él cómo jugó con el Calolo y con el burro inflamado de Mario García Valdez, no sé porque pensaron que tenían posibilidades, pues ya Juan Manuel Carreras tenía más de 2 años protegido por el gobierno deToranzo, para ser el relevo de ese grupo de canallas que no suelta el poder.

Segun los estrategas y asesores de Carreras, con «Juan Mamilo» se podría pacificar o unir a las izquierdas y significaria una candidatura compatible con López Obrador y con las fuerzas vivas (más bien la sarta de vividores electorales y del presupuesto)
Que a final de cuentas a través de varios partidos van a incidir quién es candidato.

Magistrado por los «calzones» del guero Carreras, se dice que Blanca María Valle, la cuñada del gobernador, es la principal promotora de Juana Ramiro, también la esposa del mismo gobernador no lo ve con malos ojos, la designación del hijo de Juan Ramiro en comunicaciones y transportes, los apapachos a Lucy Lastras y a varios miembros del ex grupo Universidad dan ciertas señales dignas de tomar en cuenta:

Ya se ven dos yeguas.

Y fíjense.

Acá, en el Verde Ecologista, en el Gallardismo más precisamente, siempre nos ha quedado claro que todo hay que hacerlo con gran sacrificio,a contracorriente, somos el contrapeso, los obligados a convencer a la sociedad de la enorme necesidad de combatir el agandalle, la depredación, la antidemocracia el grupismo que no suelta las riendas del estado.

Pero, pero… Los que conocemos la historia política sabemos que Juan Ramiro Robledo, es un cartucho quemado, un traidor de primera, un saltimbanquis y un comodíno con una larga trayectoria de atropellos electorales, no se diga la del 18 de agosto de 1991 en contra el doctor Salvador Nava Martínez.

Juan Ramiro Robledo, Oscar Vera Fabregat, Jacobo Payán Latuff, Alfonso Lastras y una serie de bribones, le arrebataron el poder al errático de Florencio Salazar Martínez y trajeron a un borracho degenerado, en la persona de Leopoldo Ortiz Santos y así pudieron saquear a San Luis Potosí a lo lindo.
¿Cómo olvidar la fallida candidatura de Ramiro Ruiz, en el 2009?
Se desfondo hasta el tercer lugar, no traía nada,ni arrastre ni «Punch» electoral ni mucho menos padrinos.

No es cierto que es un gran candidato o un gran estadista, es un farsante más que piensa que se merece la gobernatura por estar en el banquillo de los castigados durante décadas, o por haber participado un tiempo con López Obrador.

Sabemos que hacen cuentas alegres,sin tomarnos en cuenta.

El Gallardismo, está obligado a tener candidato propio, las últimas votaciones y el enorme trabajo desarrollado por Ricardo Gallardo Cardona incansable y total le dan la calidad para decidir y ser el balance en la gobernatura, en el congreso y en muchas presidencias municipales.

Sabemos que nadie nos va a dar nada, que la lucha será con todo, así estamos acostumbrados.

No a dedazos, designaciones comodinas y corruptas, como las que están esperándo de Juan Manuel Carreras, Xaviercito y Juan Mamilo.

No hemos olvidado nada, no hemos olvidado a nadie.

Es cuanto.