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AMLO miente

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martes, mayo 7, 2024

“Para el presidente de la República, hablar bien y aplaudir las acciones de la 4ª Transformación es, hoy por hoy, sinónimo de independencia, honestidad, profesionalismo y objetividad, pero cuestionar, evidenciar y no palmotear al gobierno, representa ser conservador, neoliberal, adversario, corrupto y además de estar al servicio del poder económico”.

Cuando Andrés Manuel López Obrador realizaba su campaña político-electoral en el 2018, su constante fue mostrar su inconformidad y descontento por la persecución y el espionaje al que estaba siendo sometido por elementos del “desaparecido” Centro de Investigación y Seguridad Nacional CISEN, – organismo, – a cargo entonces, de la Secretaría de Gobernación SEGOB.

En alguna ocasión, detuvo incluso su vehículo en el que viajaba para increpar e interrogar a un agente del CISEN que le seguía de cerca. El elemento, únicamente le respondió que ese era su trabajo y que solo obedecía ordenes de arriba. El incidente no pasó a mayores, sin embargo, desde su campaña, AMLO candidato, prometió desparecer el CISEN porque el espionaje político formaba parte de los gobiernos neoliberales que instauraron la persecución y la represión en contra de líderes políticos, dirigentes sociales y críticos del sistema.

Su promesa la cumplió, y, un buen día, el ahora presidente de la República decretó la desaparición del CISEN, un organismo que surgió de la fusión en 1985 de la extinta Dirección Federal de Seguridad DFS y por la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales DGIPS.

Estas dependencias venían funcionando desde los regímenes de Plutarco Elías Calles, después con Miguel Alemán para luego consolidarse durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, presidentes que, – por cierto, López Obrador no ha incluido en la polla o en la lista de los neoliberales o los conservadores.

Como antecedente, la extinta DFS fungía literalmente como el brazo armado y ejecutor del régimen en contra de aquellos que disentían del gobierno en turno. En la década de los 70, sus incursiones se caracterizaron por la persecución y represión en contra de guerrillas, rurales y urbanas, células o grupos armados que surgieron en México, principalmente en el Distrito Federal y en los estados de Jalisco y Guerrero, entre otros.

Sobre la temible DFS mucho se ha escrito sobre las desapariciones y asesinatos de periodistas, líderes políticos y sociales, tanto como, de sus vínculos con el narcotráfico. A diferencia de la DFS; la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales DGIPS, podría decirse, representaba el área de inteligencia para la investigación de los acontecimientos políticos y sociales en el país.

El perfil de los integrantes de la DGIPS se seleccionaba bajo esquemas y criterios rigurosos, sustentados en antecedentes profesionales, en la formación y experiencia en tareas de investigación comprobadas. En esencia, la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales era la parte pensante y sensible de las actividades de inteligencia de la Secretaría de Gobernación.

A su desaparición en 1985, durante el gobierno de Miguel de la Madrid, surgió un organismo transitorio que finalmente dio paso a la conformación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional CISEN, el cual fue aparentemente “disuelto” con la llegada del presidente López Obrador. Y decimos aparentemente, porque en la realidad hoy existe, está vigente y ahora se denomina Centro Nacional de Inteligencia CNI y depende de la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Alfonso Durazo.

En teoría, o en el papel, el Centro Nacional de Inteligencia CNI, tiene como objetivo atender los aspectos de la seguridad nacional, pero en la práctica es más de lo mismo, pues tiene las oficinas centrales que ocupaba el CISEN, conserva sus estructuras y delegados estatales en cada una de las entidades del país.

Pese a que el presidente de la República, presuma que el CISEN ya despareció, y, – en efecto, como tal sus siglas ya no existen, ahora el Centro Nacional de Inteligencia CNI realiza las mismas funciones y entre otras prioridades, están la de investigar y reportar todo el proceso político y social del país, enfatizando en la oposición a la Cuarta Transformación, en especial a los grupos empresariales, compañías periodísticas, partidos políticos, sindicatos, autoridades eclesiásticas y organizaciones de la sociedad civil no aliadas o no alineadas al régimen actual.

López Obrador, cada vez que tiene oportunidad, fanfarronea y se ufana en las mañaneras no solo de haber desaparecido al CISEN, sino de estar bien enterado de todo lo que sucede en el país; pero además le pone sabor al caldo cuando dice que “todo se lo debe al pueblo porque todo le informa”. Lo cierto es que AMLO miente porque hoy por hoy el espionaje y la persecución de los regímenes neoliberales subsiste, está vivo y actaunte… Hasta pronto…

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