Por conveniencia y estrategia de las dirigencias partidistas, los tiempos estirados hasta el límite de resistencia para presentar en sociedad a sus candidatos al gobierno del estado, no pasarán de este mes de febrero. En unos cuantos días sabremos finalmente el desenlace y los nombres de los actores políticos que serán formalmente los postulantes a tan codiciado cargo.

Al final del día, la lucha político-electoral será entre dos. Entre el candidato que surja de la coalición PAN-PRI-PRD-PCP y entre quien tenga mayor identidad y cercanía con la Cuarta Transformación, – es decir, – entre quien emerja del proceso interno de MORENA o con el ya precandidato por el Partido Verde Ecologista de México, PVEM, José Ricardo Gallardo Cardona. Mayor competencia no la hay y porque el resto de los partidos entienden que están demasiado cojos y rabones.

En el juego de la formalidad electoral, los otros partidos políticos tienen la opción y disyuntiva única de nominar candidatos; de mandarlos al sacrificio o de plano declinar en su momento en favor de uno u otro postulante de la alianza favorita. Desde ahora, sin temor a la equivocación, me aventuraría a sostener que los acuerdos políticos y la alianza de facto entre MORENA-PVEM-PT y PNA sigue firme y es cuestión de tiempo para que las cosas caminen, se acomoden y sigan su curso normal, no hay otra alternativa.

Cualquiera que sea el resultado del 6 de junio, el candidato ganador tendrá que mutar de las condiciones y términos de una coalición meramente electoral hacia un esquema altamente complicado de cogobierno. La administración pública estatal, es sin embargo, enorme en estructura y concede lugar para todos, pero las posiciones claves serán del candidato triunfante, el resto se tendrá que conformar con cargos no estratégicos y de menor relevancia.

La contienda, como ya se ve venir, dejará sin duda alguna, muchos heridos en el camino. Para algunos el resultado será fatal, pero para otros, será la oportunidad de demostrar su institucionalidad y perfil de demócratas. Otra variante es, que, en la ya muy próxima elección de junio, muchos de los políticos de antaño se retirarán del escenario y serán historia, sencillamente porque su ciclo concluyó y difícil será verlos en otras contiendas electorales.

En su inmensa mayoría, los potosinos en condición de votar, solo observan, miden y razonan los movimientos del tablero político que se hacen hacia el interior de los partidos, pero tengan la certeza de que ya no los engañan ni los convencen fácilmente. Desde ahora, – existe, se siente y se manifiesta, el repudio a priistas acomodaticios y a políticos oportunistas, a hombres y mujeres que se montaron en la elección de MORENA.

No escapa a los potosinos, las actitudes hipócritas y traicioneras de personajes que saltan sin pudor de un partido a otro o de una opción a otra para seguir prendidos de la ubre y de las mieles que concede el poder legislativo y el municipal. Piensan y hasta creen que juegan o se burlan de la conciencia y la voluntad popular. Xavier Nava y Sonia Mendoza son el mejor ejemplo.

Para toda esa gente de abajo, de en medio y de arriba, resulta un insulto la forma en que se conducen algunos partidos y varios de sus personajes que buscan a toda costa acomodarse en alguna candidatura de elección popular. Lo más grave, es que piensan que la gente es retrasada y que no se da cuenta de su desmedida y descarada ambición por el poder y el dinero.

Agregar más nombres sale sobrando, son ampliamente conocidos. Todos los días, a toda hora los vemos promoviéndose en medios formales e informales y sobre todo en redes sociales. Algunos panistas, priistas y perredistas, piensan que el elector es bruto y convenenciero por naturaleza o que no tiene memoria. Esto apenas comienza y júrenlo que serán ellos mismos, los políticos y sus sicarios a sueldo los que exhiban sus rencores, su sed de venganza y agresión por el adversario.

ENTRE PARENTESIS

Le hablan doctor Muñoz:

Dicen que en la vida no se puede ir disparando en redondo porque algún día saldrá otro u otra más cabron@ que uno. Totalmente cierto

Hasta pronto