CAMINANTE

Toño Martínez

Que está pasando con Sara Rocha Medina, la líder estatal del todavía Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tras haber logrado la legalidad del cargo por parte del Tribunal Electoral del Poder Poder Judicial de la Federación luego de su accidentado proceso interno, no ha podido lograr unidad ni crecimiento y mucho menos fortalecimiento de ese instituto político; no se diga el cero cobijo a quienes aspiran a ser candidatos a presidente municipal y que técnicamente está dejando a la deriva y solo les de atole con el dedo.
Aunque como se dice ahora, para lo que les sirven ahora los partidos.
Sara perdió la vara – hasta en verso- con que guiaba a la desperdigada de 20 corderos, no menos, como 25 que le quedan.
Sara es una superviviente de los viejos cuadros del PRI en cuyo contexto ocupo dos veces una Diputación Federal, fue presidenta municipal de Real de Catorce en una administración sarandeada por la oposición pero la libró; en el partido fue lideresa nacional de la Organización de Mujeres Priistas (OMPRI) y luego de la estatal movilizando al sector femenil por encima de sus contrapartes hombres en capacitaciones y servicios diversos.
No es una improvisada en puestos de liderazgo o servicio público y sin embargo está quedando a deber como presidenta estatal.
En eso le esta ayudando con un curso intensivo el dirigente nacional del tricolor Alejandro – Alito- Moreno, quien la impuso en el comité estatal mediante una cuestionada e impugnada convocatoria y fue ahí donde comenzó a resquebrajarse el piso que ya nomás es de tierra, del partido.
Le falta habilidad y astucia para negociar con los grupos antagónicos y le está pasando como el tipo aquel que fue a comprar cigarros y no regreso nunca.
Angel Castillo Torres ex líder del comité directivo estatal, renunció y antes se habían ido aunque sin decirlo Elías Rodríguez Pesina, Yolanda Cepeda Echeverría y otros, y en ese camino está también Edmundo Torres Cano y en el interior, dijeron adiós Herminia Reséndiz Alvarado, María Elia Rodríguez Lucero, Jorge Martínez Méndez y sigue la lista.
Andan tal mal las cosas que en Ciudad Valles – no es broma he?- que solo quedan 9 priistas en activo y en la reciente campaña de afiliación y re afiliación apenas se inscribieron cuatro.
Algo hay que parece no comprender Sara Rocha – a menos que tenga otros datos- en la importancia crucial de hacer bola con quiénes aún les interesa mantener oxigenado al partido, como es el caso del sector campesino que fuera el almacén de votos para el PRI, más que el obrero y el popular.
La prueba del desdén hacia la » que ne que» como le llamaba en plan de chascarrillo doña Rebeca Terán una líder sólida de esa central y de los cafetaleros así como ex alcaldesa de Xilitla y Diputada local, es lo sucedido el primer día de este mes.
Esa fecha estuvo e la Capital del Estado la presidenta nacional de la CNC Leticia Maldonado Barrera presidiendo una asamblea con el campesinado para alentar su participación en pro de Fuerza por México en el proceso electoral del 2024 pero que creen, Sara
Rocha no asistió como dirigente priísta y el desaire fue evidente.
Todo indica que en el fondo, el fuchi de Sara a la CNC se debió al encono que trae contra Leticia Mendoza porque le ganó la dirigencia del sector campesino que Rocha Medina quería.
Por cierto también fue criticada la ausencia de Enrique Gallardo Ceballos, alcalde de la capital y la figura más destacada del partido en este momento en San Luis Potosí.
Para rematar la errática conducta política de Sara Rocha al interior del Revolucionario Institucional la llevo a ofrecer la candidatura a alcalde de Valles a José Luis Romero Calzada – Tekmol- a sabiendas de que rumbo a esa posibilidad trabajan Juan José Ortiz Azuara y Víctor Manuel Palomares Tejada quieres están haciendo roncha sin mencionat partido alguno, una porque aún ninguno de los dos es candidato, y otra por ni la pena vale.
Para colmo, Romero Calzada le dió un diplomático no, agradeciendo la invitación.
Tal parece que Rocha Medina esta aplicando el fracking político a los residuos del tricolor y ni como ayudarla.
Si perdió la vara, puede aprovechar el momento decembrino para hacerse de un chin chin como el de las posadas y al menos ruido podrá hacer.