Preparados los montajes para la siguiente película

Inspirados y emocionados por el desenlace último en el Congreso del Estado con el viejo y desgastado tema de la desaparición del Fuero Constitucional, ya algunos diputados trazan, dibujan y comienzan a preparar entre las sombras el montaje de un siguiente escenario que volverá seguramente a provocar la euforia, la tendencia declarativa, los posicionamientos de notables y la movilización de algunos grupos que actúan con banderas, con argumentos legítimos y genuinos y otros, bajo consigna, financiamiento y mandato de intereses oscuros.

Conmocionados y agradecidos por la torpeza del diputado con licencia Enrique Flores y del presidente municipal de Ebano, Crispin Ordaz Trujillo, ahora, algunos legisladores, organizaciones civiles, opinadores que se asumen como la conciencia crítica y líderes que se sienten poseedores de la verdad absoluta van por el siguiente objetivo: Promover la Revocación del Mandato, una exigencia que al igual que la eliminación del Fuero no es novedad ni de ahora sino un planteamiento surgido mucho tiempo atrás, solo que la coyuntura y las condiciones políticas no lo permitían.

Pero pareciera que todo lo que está sucediendo en la capital potosina es algo debidamente planeado, articulado y orquestado. No es que exista una movilización o resistencia masiva de esa sociedad que conocemos como el San Luis profundo, porque para ser realistas, todo es colectivo social permanece silencioso y solo observa, no es que esté inmóvil pero sí expectante de cómo y de donde surgen de pronto o de la nada voces que buscan interesada y oficiosamente erigirse en su conciencia y en sus defensores.

Suena contradictorio, pero ese Congreso que hoy se desvanece y que ingresó a una inmensa y colosal etapa de desprestigio, sería finalmente la instancia legal a la que correspondería en un remoto caso revocar un mandamiento público, de tal suerte que nadie se imagina que sea esta o la siguiente legislatura la que le cancele o anule el mandato al gobernador del estado, o bien, el que poseen los diputados mismos o los representantes de otros poderes y niveles de gobierno que fueron electos por voluntad del pueblo.

En su exacta dimensión, por mandato popular se entiende los miles, las decenas o los cientos de miles de votos que recibieron para llevarlos al poder y, nadie podría concebir que en el ánimo del revanchismo o por venganzas políticas, algunos grupúsculos, organizaciones de membrete, voces mesiánicas, líderes de temporal o Cámaras Empresariales, que en conjunto no suman 500, tengan la autoridad moral de rescindirle el poder a un gobernador, a un diputado, a un magistrado o a un presidente municipal.

El que Enrique Flores se haya retirado, luego de pretender regresar y 24 horas después retractarse, no significa que haya sido producto de la expresión masiva de una sociedad; efectivamente la intentona de conservar temporalmente el Fuero y prolongar con ello la acción de la justicia causo indignación, pero todo mundo sabe que fue el trabajo articulado y la presión mediática la que funcionó. Prosperó porque el propio diputado señalado por actos de corrupción actuó temerario y desafiante, se puso de pechito y solito se empinó, no le queramos encontrar otra interpretación.

Finalmente el Fuero Constitucional en el ámbito local está por concretarse, solo habrá que esperar la aprobación de las dos terceras partes de los Cabildos y su publicación en el Diario Oficial para que los acuerdos en el Congreso y en los Ayuntamientos tenga la fuerza legal, pero como algunos llevan prisa e inocultablemente se les cuecen las habas, pese a que este proceso pueda demorar uno o dos meses, ya el diputado Gerardo Serrano, del PRI, nos adelantó la película que viene luego de proclamar su siguiente objetivo, es decir, revocar el mandato a los malos representantes populares.

Nadie lo dice abiertamente, pero la advertencia hecha por el tierno legislador, descubre otras intenciones y pone en evidencia una lucha que tiene de todo, menos el contenido de una expresión social auténtica. Quizás el adelanto aportado por el joven diputado sea producto de su enjundia y emoción por los logros alcanzados en poco tiempo y por la coyuntura que los favoreció, pero también denota su novatez y falta de oficio, pues claramente dibuja una estrategia que tiene como fin último contribuir a la desestabilización y a ensanchar más el enrarecimiento de la política potosina, ya lo veremos.