A Ugalde, Carreras le puso un “engarrótateme ahí» y a Galindo le hizo un “tómala cochino”
En las más altas esferas del priismo nacional, a inicios de semana se especuló que la cabeza de fórmula para contender por el Senado de la República por San Luis Potosí sería una MUJER; esto, de entrada modificaría los escenarios porque el próspero constructor y empresario de medios Luis Mahabub Sarquis ocuparía la segunda posición, hecho que literalmente lo dejaría fuera de toda posibilidad de llegar al Congreso de la Unión, sin embargo la versión pronto se desmintió porque “la condición que impuso el arbano habría sido aceptar la candidatura siempre y cuando encabezara él la fórmula”.
En verdad fue una postura poco creíble porque una candidatura de ese nivel no se resuelve así, no se concede ni a modo ni a capricho de nadie, tampoco es una cuota para alguien con perfil ciudadano o empresarial, no fue así, y menos por razones de rentabilidad electoral o por experiencia política, simplemente fue la voluntad y decisión del gobernador Juan Manuel Carreras que con su determinación se metió en un berenjenal para lograr los votos prometidos, pues la inclusión de Luis Mahabub no garantiza para nada el triunfo al PRI ni los votos que necesita José Antonio Meade para llegar a Los Pinos.
Un poco en retrospectiva, habría que remembrar que el PRI no ha ganado una sola elección para Senador de la República desde hace 18 años. Recuérdese que Yolanda Eugenia González Hernández, Carlos Jiménez Macías y Teófilo Torres Corozo llegaron al Senado en condición de primera minoría tras haber sido estrepitosamente derrotados en la elección de mayoría por los candidatos del PAN. Hoy el cuadro dibujado es mayormente adverso para el PRI si se toma en cuenta que en esta elección la coalición PRD-PAN-MC sumará un mayor número de votos para sus candidatos al Senado.
Bien o mal tomada la decisión, Luis Mahabub será el candidato del PRI y llegará al Senado en Primera Minoría, pero se las verá negras para conquistar simpatías. Evidentemente que no ganara la elección de julio porque generalmente los libaneses son buenos para tirar rostro y hacer negocios pero nada más. En el PRI no se lo imaginan haciendo campaña en las colonias populares, en zonas rurales e indígenas ¡No vaya a ser que le dé urticaria o se le suban los gorupos cuando le extiendan la mano para saludarlo!, dicen los priistas.
Algunos integrantes de la comunidad árabe dejaron de ser los aboneros del pasado y se convirtieron en influyentes constructores de la obra pública; compraron medios de comunicación que han sabido utilizar para enquistarse en la estructura del poder y consolidar sus negocios a partir del chantaje y la presión mediática; Mahabub Sarquis representa ese ejemplo y sobre él pesan historias de herencias malditas que ya habrá oportunidad de abordar.
Para desgracia e infortunio de Mahabub, el candidato del PRI llevará como compañera de fórmula a Rebeca Terán Guevara, una priista que ha sido objeto de severos cuestionamientos por su nulo rendimiento legislativo y por llevar encima historias de corrupción e impunidad en perjuicio de los cafetaleros en su natal Xilitla. A ella le atribuyeron el desvío millonario de recursos federales para su beneficio familiar que en teoría serían asignados a los productores cafetaleros que rescatarían las plantaciones. Igual, en plena campaña de Juan Manuel Carreras, Rebeca Terán fue denunciada en 2015 por pasar la charola a varios presidentes municipales, obvio, con o sin la anuencia del candidato tricolor.
Ante la decisión tomada para que el dueño del canal 7 y de la empresa 3M fuera el candidato oficial del PRI, desde luego que llama poderosamente la atención la actitud asumida de figuras como José Luis Ugalde Montes y Enrique Galindo Ceballos. No es que no hubiesen deseado o querido ser, lo que ocurrió es que al primero el gobernador le puso un “engarrótate ahí y ponte quieto” y, al segundo, según versiones, es que a pesar de haberlo puesto en perspectiva con la candidatura al Senado, al final del día El Güero le hizo un “tómala cochino”.
El primero se conformará y se resignará a terminar el sexenio siendo Secretario de Finanzas, no le queda de otra, pero el segundo, o le ofrecen algo atractivo NO enviándolo al sacrificio y a perder o probablemente se convertirá en la peor pesadilla para el PRI, pues a pesar de afirmar que no será factor de división, existen indicios de operar en contra y, pese a que Galindo diga que acepta y se disciplina ante la decisión, en su carta de agradecimiento es puntual su reconocimiento a los momentos de adversidad priista.
