Aborta “proyecto plural multipartidista”

El único e interés superior en el PRI se llama JA Meade

De acuerdo a los ritmos y tiempos del calendario electoral, esta semana los distintos partidos políticos comenzaron con sus procesos internos para el registro de aspirantes a contender por un cargo de elección popular, tanto para diputados locales como para presidentes municipales, de esta manera, los primeros pasos para los comicios del primer domingo de julio de este año están dados.

La locura de concebir un proyecto plural “multipartidista” para impulsar desde las entrañas del poder público y llevarse entre las cuerdas al Partido Acción Nacional, con una candidatura “independiente” en la figura de quien buscan instalar como el heredero del navismo, fue algo fuera de toda lógica y contexto, pronto abortó por su incongruencia, inviabilidad e inoperancia.

Algunas estructuras priistas en las que todavía hay sensatez, incidieron y coincidieron en dar marcha atrás a un propósito perverso que solo exhibiría la inmoralidad y el contrasentido; porque  respaldar a alguien que se asume como heredero de un movimiento que le causó un gran daño al PRI, tumbándole dos gobernadores y produciéndole dolores de cabeza al gobierno estatal por espacio de más de dos décadas, sonaba a desvergüenza.

Finalmente imperó la inteligencia y, la intención de algunos grupos y corrientes internas del PRI que intentaron empujar la candidatura de “un independiente” no prosperó. No se logró porque no había proyecto; había sí, la sola consigna de enfrentar y buscar aniquilar a la corriente Gallardista. Finalmente Xavier Nava Palacios no pudo ni debió constituirse en una opción priista, simplemente por lógica y porque su principio y origen lo condenó.

Con la reversa bien puesta en el PRI con  el famoso proyecto “plural multipartidista”, el único partido que todavía parece estar dispuesto a levantar los polvos de aquellos tiempos es el Partido Acción Nacional PAN. No obstante que distinguidos panistas levantaron la mano para contender por la Alcaldía capitalina, es decir, militantes que por años han tratado de realizar cambios profundos hacia su interior, existe una corriente obstinada en impulsar al PAN a una carrera suicida.

A como pintan las cosas en la zona Metropolitana, si los grupos que representan figuras como Mario Leal Campos, Alejandro Zapata y Octavio Pedroza logran sacar adelante la candidatura de Nava, el PAN estará suscribiendo desde ahora su acta de defunción para las elecciones del 2018. La fractura y la ruptura blanquiazul serán inevitables y solo será cuestión de tiempo para consumarse y exhibir su verdadera estatura.

Al no contar con cuadros propios o personajes capaces de enfrentar la elección para la presidencia municipal, el PAN solito se estará inmolando y tendrá que resignarse a mantenerse como la segunda fuerza electoral. Si en el PAN olvidan que el movimiento navista tuvo su origen en un interés “del centro” durante el gobierno de López Mateos, que lo engendró y alimentó para destruir el cacicazgo de Gonzalo N. Santos, es que entonces ignoran su verdadera historia.

ENTRE SOMBRAS

Puesto en perspectiva, en el PRI se la jugarán con sus propios candidatos porque sin duda es el partido que más capital humano tiene y conserva. Hacia su interior y entre la inmensa mayoría de sus sectores y organizaciones, prevalece la idea de que el único y superior interés que existe, es sacar adelante la elección para llevar a José Antonio Meade a la Presidencia de la República, no hay de otra.

La instrucción desde arriba es que el PRI juegue con sus propios candidatos y olvidarse de “proyectitos locales multipartidistas”. En esa visión, para nada es descartable el que se haya comenzado a explorar la posibilidad de que figuras respetables de la sociedad civil y algunas vinculadas al sector productivo plenamente identificadas con el PRI pudieran dar la sorpresa al aparecer en la boletas.

Ello explica, seguramente, el que desde las más altas esferas se esté operando en forma paralela a los intereses locales, fundamentalmente en las candidaturas para el Senado de la República, para las Diputaciones Federales y excepcionalmente para algunas posiciones locales. Así es y deber ser así, porque sencillamente el PRI no puede correr el riesgo de obtener una votación mínima para su candidato presidencial al que le ofrecieron 600 mil sufragios.

Podrá haber propuestas cruzadas que surjan desde palacio de gobierno y sin duda servirán para medir la fuerza local, sin embargo,- se vuelve a insistir, será el Centro quien tomará las decisiones para el ámbito federal porque es lo que mejor le conviene al PRI. Esto, incluso, ya debieron percibirlo si no es que ya lo tienen registrado los mandos locales que deben entender que la única consigna es José Antonio Meade, nadie más, aunque sea por encima de los demás.