Si le damos una lectura correcta y le concedemos su justa dimensión al hecho de que dirigentes nacionales y estatales, legisladores federales, diputados locales, regidores y militantes del Partido de la Revolución Democrática PRD, hubiesen decidido e iniciado en San Luis Potosí, tomar las calles para manifestarse a favor de que se reduzca el precio de las gasolinas, de que se pague un salario justo en todo el país, no solamente en la franja fronteriza; y además, expresar su rotundo no al aumento a las tarifas del agua potable, tiene sentido y augura que podría ser el principio de algo.
El espacio para manifestarse se dio en la coyuntura y en el marco del Foro Regional “El Futuro de la Democracia en México”, pero evidentemente que la señal fue clara y contundente: “Los Gallardistas no estarán dispuestos a que se inicie una persecución irresponsable y enfermiza en su contra y si para ello es necesario salir a manifestarse y tomar las calles lo harán sin problema alguno, a menos que el Alcalde de la capital Xavier Nava Palacios cometa la irreverencia o la torpeza de reprimir o coartar con la fuerza pública la libre manifestación; por aquello de que el hombre resultó intolerante y de mecha corta.
El tema nacional de la reducción a los precios a los combustibles y el pago de un salario mínimo justo y equitativo en todo el país, no es bandera de ahora. El Coordinador de la fracción parlamentaria en San Lázaro, el potosino Ricardo Gallardo Cardona, ya lo venía posicionando desde su campaña misma, sin embargo, parece que en la agenda del próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, el tema no es prioritario ni tampoco importante; lo será seguramente cuando el poder absoluto de que dispondrá en días marque los ritmos, los tiempos y sus famosas consultas.
En el ámbito local, llaman desde luego la atención los pronunciamientos fuertes de la dirigencia estatal del PRD que por fin se ha resuelto a salir a la calle a manifestarse, precisamente a unos días de que pudiera consumarse la puñalada al pueblo potosino, es decir, aumentos a los diversos servicios municipales e incrementar el precio del agua en cerca de un 40 %, bajo el argumento de que las tarifas de energía eléctrica y los costos del agua de la presa El Realito son impagables, como si esto fuera un descubrimiento, pues todo mundo sabe de la negativa sistemática que existió desde el 2015 para que el INTERAPAS ajustara sus tarifas para medio sobrevivir y brindar un servicio regular.
Por otro lado, obvio que para la mayoría de los medios de comunicación, el atractivo fue la postura asumida por el perredismo potosino que encontró el espacio para enviarle mensajes muy claros al presidente municipal Xavier Nava Palacios, mismos que para el buen entendedor, lo menos que le dijeron fue “ya quítate de pendejadas, ya deja de instaurar juicios mediáticos y ponte a trabajar; si hay algo que perseguir aquí estamos para dar la cara a las autoridades correspondientes”.
Y es que durante la semana pasada, no podría faltar el mensajero que dijo: “Si todo sale como está previsto, en pocos días comenzarán a presentarse las denuncias en contra de ex funcionarios municipales”; profecía que no tardo en materializarse 48 horas, con esa jalada que salió el Ayuntamiento de la capital de que se sumaba a la denuncia presentada por el Frente Ciudadano Anticorrupción FCA, una organización de farsantes a los que la Fiscalía no les ha concedido seriedad por sus locuras, excesos, ambigüedades y falta de pruebas sobre presuntos actos irregulares o delictivos.
Ahora que, si la indicación viene de otro lado, pues entonces a rezar porque solo Dios sabe lo que podría suceder en términos de una respuesta o de una contraofensiva callejera o peleonera que para ello se pintan solos los perredistas. La pregunta es: ¿le conviene a San Luis Potosí?, definitivamente que no.
