¡Dios mío, Cuánto amor por nuestros Barrios!

Quienes nacieron a mediados del siglo pasado en el Barrio de Tlaxcala o en Santiago vieron con tristeza, coraje y resignación, cómo con el paso de los años, por décadas enteras, estos sitios emblemáticos y tradicionales de nuestra capital potosina fueron deteriorándose por la indolencia, la irresponsabilidad de quienes antes gobernaron, incluyendo al gobierno navista que presumía a estos Barrios como dos sus principales bastiones.

Recorrer en pleno siglo XXI, 40 o 50 años después las calles 16 de Septiembre, Moctezuma, Netzahualcóyotl, Ciclón, Aquiles Serdán, Juan Álvarez o 20 de Noviembre, que habían permanecido literalmente intactas les producía nostalgia, las mismas fincas, los mismos comercios de antaño, factorías y vecindades. A los habitantes de estos Barrios, la modernidad y el progreso siempre se les negaron cuando el municipio fue gobernado por priistas, navistas y panistas.

Pero llegaron los Gallardistas y todo comenzó a cambiar. Las principales calles de Tlaxcala y Santiago han sigo gradualmente regeneradas en una acción decidida del gobierno municipal para rescatar nuestros Barrios. Lamentablemente para algunos actores de la política potosina, concretamente para el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, para el Diputado Federal Xavier Nava y para algunas cúpulas empresariales, el trabajo de reconstrucción de calles no está bien porque “deben revestirse en adoquín” y no a base de concreto estampado, como se hizo en 20 de Noviembre.

Arrojado como suele ser Sánchez Unzueta, publicó un desplegado en el que le pide al Presidente Municipal respetara los adoquines del entorno del Barrio de Santiago, pero como “para los toros de jaral los caballos de allá mésmo”, Ricardo Gallardo le salió más cabrón dándole al gobernador un certero golpe, diciéndole que “si tanto le preocupaban los adoquines, y que si quería hacer las calles con cantera, pues que ahí estaban, que se las cedía para su rehabilitación.”

Hubo una respuesta airada, solo que el ex gobernador no midió, desafió al Barrio y fue literalmente corrido por las bravas mujeres y hombres de Santiago cuando pretendió dar una conferencia de prensa en el Atrio del Templo. Horacio cambio de sede y salió por piernas, y no solo eso, a su sobrino político, al diputado Xavier Nava le fue como a danzante de pueblo en feria, es decir “de la rechingada”, lo menos que expresaron de él fue que era un traidor, un oportunista y que además había abandonado el Distrito que representa.

Lo cierto es que nunca antes, ningún gobierno municipal se había preocupado por nuestros Barrios. En su tiempo, efectivamente Horacio Sánchez Unzueta, siendo gobernador puso a Antonio Esper Bujaidar al frente de algunas obras que se hicieron en los jardines de los Barrios, pero en aquel entonces nada se vigilaba, no había expresiones de anticorrupción ni nada de eso, de tal suerte que varios vivales de la construcción se despacharon con la cuchara grande con esas obras, y ni modo que no se acuerden.