En buena medida, el futuro del PRI en San Luis Potosí recaerá en el alcalde electo, Enrique Galindo Ceballos. De manera natural, el liderazgo real y moral lo tendrá en sus manos junto con la estructura partidista que le aporto 40 mil votos para su triunfo.
Desde luego que muchos priistas querrán apuntarse para formar parte de la jerarquía municipal que iniciará a partir del 1º de octubre. Otros, los oportunistas que nunca faltan después del naufragio buscarán convencer a Galindo que fue por ellos que se logró la victoria este 6 de junio pasado.
El nuevo presidente municipal, sin embargo, tendrá encima la presión de los panistas barnizados de morenistas que jugaron hasta el final con Xavier Nava, quienes seguramente intentarán continuar en la administración capitalina, pero ese no será problema.
La gran contrariedad para Galindo será la presión de las cúpulas del PAN y sus corrientes internas que seguro le restregarán que fueron los 90 mil votos del PAN los que lo hicieron ganar y que por lo tanto tienen derecho a ocupar posiciones en el gobierno municipal.
En el pretendido reparto, le seguirá lo que quedó del PRD y de Conciencia Popular que también reclamarán su parte. Es más, hasta el mismo Xavier Nava andará reclamando cargos porque a pesar de la madriza que le puso Leonel Serrato, que lo mando al tercer lugar, dirá que sus 53 mil votos valen.
En fin, la conformación del gabinete municipal no será sencillo para Galindo Ceballos ¡No van a caber! A ello se agrega que habrá una bola de oportunistas, incluyendo familiares de dudosa reputación y líderes sociales que buscarán la forma de colarse para decirle que ellos también pusieron ese grano de arena que se les desmoronó en MORENA.
Por lo pronto, el nuevo alcalde enfrentará retos formidables y entre ellos será limpiar el cochinero que encontrará. Galindo tendrá la responsabilidad de que se aclare el manejo irregular de las finanzas municipales. No se requiere aplicar una política persecutoria, – él ya lo dijo, pero la sociedad espera que se aclaren todas las pendejadas que cometió Xavier Nava y su camarilla de rufianes, y en seguidita el alcalde interino y la gente que se quedó.
Galindo, tendrá igual la oportunidad descomunal de sanear y recomponer todas las corruptelas que se perpetraron en el INTERAPAS, en Desarrollo Urbano, en Obras Públicas, en Patrimonio Municipal y en Protección Civil y en Desarrollo Social, entre otras.
Antes y a partir de que asuma la presidencia municipal, Enrique deberá ser muy cuidadoso con los criterios de asignación de la obra pública municipal. Galindo tendrá la presión mediática de algunos dueños de medios de comunicación que madrean a todo lo que se mueve para garantizar que sus empresas sigan trabajando en los municipios.
Entre sus principales retos, Galindo tendrá que definir su postura para que el Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito y sus alrededores no se siga destruyendo por el capricho y la ambición de Desarrolladores y Urbanizadores. San Luis capital debe crecer, sí, pero con orden y sin afectar con inundaciones a la ciudad y sus colonias.
En breve, el nuevo alcalde tendrá que sumarse a los esfuerzos para que la capital ingrese a espacios de modernidad, pero, sobre todo, contribuir en resolver el gran problema de movilidad que enfrentan los potosinos.
Tendrá seguramente el respaldo del gobernador Ricardo Gallardo, pero como autoridad municipal deberá, de inicio, establecer las nuevas reglas del juego.
En el tema de seguridad, el nuevo presidente municipal tendrá el desafío de demostrar lo que siempre ha presumido, de conocer los temas de seguridad pública, de los esquemas de prevención del delito y de conocer las entrañas de la delincuencia para contenerla y frenarla. En fin, su reto es mayúsculo.
ENTRE PARENTESIS
Solo el papa del alcalde interino insiste en querer encontrarle chichis a las gallinas. Don Alfredo Lujambio Rafolss, debería mejor encender un par de veladoras para que su hijo salga bien librado.
Hasta pronto