A partir de este lunes primero de octubre la capital potosina será otra; semejante quizá será San Luis Potosí a esas metrópolis de primer mundo. Las calles destruidas y olvidadas que por años abandonaron los gobiernos del PAN y el PRI lucirán totalmente rehabilitadas, sin trampas, zanjas o baches.
La ciudad lucirá segura, limpia e iluminada en todo su esplendor; las lámparas fundidas, inservibles u obsoletas que otros dejaron hace tres años serán cosa del pasado como si fuese obra divina.
Esos programas de radio o televisión de crítica enfermiza, denuncia o atención ciudadana ya no tendrán razón de ser o existir, ya que por obra, gracia y virtud del nuevo gobierno todo se resolverá. Por supuesto que habrá agua en cantidades suficientes, con tarifas fijas y a bajo costo para todas aquellas colonias pobres, olvidadas y marginadas que por lustros padecieron.
Desde luego que usted no tendrá que preocuparse con los impuestos municipales ya que el predial, las licencias de funcionamiento y otros servicios por Derechos o Aprovechamientos se reducirán, o por lo menos permanecerán igual en el trienio que hoy se estrena con la llegada de un cogobierno al municipio de la capital.
Usted, estimado vecino, colono, habitante del barrio o de cualquier rumbo de la ciudad, por rico o por pobre que sea, podrá desde hoy dormir y descansar tranquilo, sin sobresaltos o sin el temor de ser
atracado en la calle, en su casa, en el camión o en los cajeros. Su auto estará seguro. Los feminicidios, robos a mano armada serán solo historias con la llegada de un nuevo gobierno.
Ya no habrá más colgados en los puentes, ni más encobijados. Las cartulinas con redacciones temerarias también serán leyendas. El retorno a la tranquilidad está garantizada y las policías cumplirán con su deber de proteger a los ciudadanos. Los mordelones de la Policía Metropolitana, de la Estatal o de la Municipal, lo dejarán a usted tranquilo porque igual desaparecerá todo acto de extorsión.
Los actos de corrupción que por muchos años atrás cometieron los gobiernos del PAN y el PRI serán solo un mito. La combinación de un gabinete conformado ahora por panistas, navistas y frente-civiquistas, y claro, por alguno que otro mercenario que se ostenta como líder social o empresarial, será la garantía de ser un mandato honesto, inmaculado e incorruptible.
El nuevo Alcalde de la ciudad despachará desde el Palacio Municipal porque así lo dicta la tradición familiar y porque lo imponen las grandes luchas civilistas; y es que los palacios fueron hechos para reyes, príncipes y princesas nunca jamás para la plebe. El comercio ambulante desparecerá del Centro Histórico y varias de las organizaciones sociales tampoco tendrán ya bandera y razón.
Los fedatarios y críticos empedernidos hacia el gobierno saliente, esos que se autonombran analistas políticos y que han usurpando los espacios de los periodistas y que además sienten ser la conciencia crítica de los potosinos, o guardarán silencio o le bajarán dos rayitas a esas colaboraciones que parecen juicios sumarios.
Esos fiscales y redentores de la verdad se darán su tregua porque al fin y al cabo lograron enquistarse o colocar a sus recomendados o
incondicionales en los panales del poder. Bien se decía: “Solo aquel que no llora no mama” ¡Y vaya que si lloraron y mamaron!
Constructores que han hecho de las partes altas de la ciudad una pesadilla, podrán seguir construyendo sus junglas de concreto. Al final del día son los que mandarán, harán lo que tengan que hacer para modificar aprobaciones anteriores en materia de construcción de desarrollos, y pronto, ya lo verán, comenzarán a cobrar facturas por sus méritos y aportaciones en campaña; ¡O a poco pensaron que el apoyo y pase de charola era de a gratis!
Líderes de constructores como el ex presidente de la CMIC, ya podrá estar tranquilo, pues su contribución como fusilero mediático de uno o de varios de los grandes desarrolladores, podrá, a partir de hoy, recuperar el privilegio para su Cámara para sacar del municipio las fuertes cantidades de dinero que el ciudadano común pagaba antes por construir un par de cuartos en su casa, y que según él, los destinaba para el pago cursos de capacitación entre sus agremiados.
A partir de este día primero de octubre, todo lo que parecía haber terminado advierte otros matices; comienza ahora la segunda parte de esa interminable película bien protagonizada y caracterizada por el linchamiento, la persecución, los supuestos, los ataques y la mentira.
Mediáticamente lo hicieron hasta el último minuto del 30 de septiembre y lo harán desde el primer minuto de este primero de octubre, porque en el oficio de la política hay que buscar culpables y comenzar a construir pretextos para justificar su miseria intelectual en lo que no se podrá realizar.
Para los nuevos que llegan, todo lo bueno que pudo haberse hecho y logrado nada debe importar y mucho menos reconocer. La
consigna de los que llegan es confinar o tirarlo todo al cesto de la basura porque la tradición dicta que “muerto el rey, viva el rey”.






