Coca-Cola Femsa con su planta en Toluca es una de las estrellas empresariales de Estado de México. No solo por ser una empresa mexicana o ser la tercera planta más grande en el mundo de la marca, sino la festejada más reciente: acaba de cumplir 20 años.
«El éxito empresarial siempre está respaldado con un equipo de personas talentosas, competentes, comprometidas con los objetivos de su organización», reconoció Alfredo del Mazo, gobernador de Estado de México durante la ceremonia de festejo el pasado 23 de enero. «Coca-Cola Femsa ha encontrado en la entidad las mejores condiciones para invertir, desarrollarse, crecer y generar empleo», agregó.
Hace dos décadas, Coca-Cola Femsa inició con 80 personas y una línea de producción. 38 personas de aquel grupo de fundadores sigue en la capital mexiquense y junto con centenas más (mil colaboradores directos y 10 mil indirectos) han logrado dos módulos con 12 líneas de producción, que incluye una línea de enlatado, para satisfacer la demanda de Edomex, Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Michoacán, Querétaro y Guanajuato, además de Oaxaca y Chiapas.
«La confianza y dedicación de los mexiquenses han sido parte fundamental en el crecimiento de nuestra empresa. Queremos reafirmar nuestro compromiso de contribuir al desarrollo de la región a través de esta planta (…). Estamos aquí para crecer e invertir», dijo John Santa María Otazua, director general de Coca-Cola Femsa.
Crear iniciativas de valor social y ambiental
De 21 plantas de Coca-Cola que existen en México, la de Toluca es la de mayor tamaño y la más importante para Femsa: produce un
volumen anual de 300 millones de cajas de unidad y por cuatro años consecutivos ha obtenido el certificado de industria limpia.
«Para Coca-Cola Femsa la generación de valor ambiental, social es fundamental, nos hemos dado a la tarea de implementar programas de preservación y cuidado al medio ambiente», dijo Santa María. De ahí que para este 20 aniversario y como línea de trabajo, la empresa seguirá con proyectos como:
Nueva planta tratadora a través del sistema de humedales: beneficiará a más de 23 mil personas en el municipio de Santiago Tianguistenco.
Vigilancia coordinada: los camiones de la compañía se vincularán con el centro de monitoreo y control (C5) de Estado de México, para que, ante cualquier incidente, las autoridades puedan reaccionar de manera inmediata y estar en comunicación constante con el operador del vehículo.
Puentes eólicos: actualmente la planta obtiene de estos el 38% de sus requerimientos energéticos.
Gestión ambiental de agua: al cierre de 2018, operaron con un promedio de 1.34 litros de agua por cada litro de línea producida.
Planta tratadora de agua: reciclaje del 100% del agua usada en proceso de manufactura y servicios.
Reforestación y cosecha de agua: siembra de más de seis millones de árboles en Estado de México en once años.
Cero residuos: reciclaje del 100% de materias primas industriales. Desde 2005, se han procesado más de 165 mil toneladas de envases PET para generar resina reciclada y que se incorpora a nuevos productos, como en el caso de la botella de agua Ciel.
«Esta planta inició hace 20 años, significa desarrollo y crecimiento para las familias mexiquenses. Y seguramente por su impacto empresarial y económico, confiamos en que encontrará con nosotros las condiciones idóneas para llevar a cabo sus proyectos de expansión futuros», agregó Del Mazo.
