A siete años del asesinato de Karla Pontigo Lucciotto,
su madre Esperanza Lucciotto López, familiares, familias de mujeres asesinadas, amigos, asociaciones civiles, académicas y activistas, colocaron una «antimonumenta ciudadana» en la Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno del Estado.
La efigie de yeso del símbolo feminista, de un metro de alto por 80 centímetros de ancho con una mano empuñada en el centro.
A la par de ello, situaron una línea de veladores hacia la «antimonumenta», símbolo de las omisiones del estado en la garantía de acceso de justicia en delitos de feminicidios.