Leónidas Fernández

Sin duda, la elección de presidente municipal en la capital potosina es la que más llama la atención, despierta interés, atrae y divierte. Y esto es explicable por la sencilla razón de que es la contienda del pueblo, es en la que más participa, con la que más se identifica y  siente como suya.

Este domingo fuimos testigos del arranque de campañas de los candidatos a la Alcaldía capitalina. En el primer día de actividad proselitista advertimos grandes contrastes, formas y estilos diferentes de hacer política, si es que así se le puede llamar, porque de lo general a lo particular no observamos nada nuevo bajo el sol.

La candidata del PRI, Cecilia González Gordoa inició campaña creyendo tal vez que, “al que madruga Dios lo ayuda”, pero otros dirán que, “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Su discurso era el esperado porque cuando se es oposición y se está en el último lugar de las encuestas, siempre resulta más cómodo el discurso pegador para intentar jalar simpatías.

En su caso, Ceci no propuso nada nuevo porque si alguien sabe de “moches” es justamente el PRI y muy probablemente quienes se sintieron aludidos fueron los ex presidentes Victoria Labastida y Mario García Valdez del PRI, y a lo también uno que otro panista.

Por otro lado, alguien tiene que ilustrarla un poco para orientarla de que “los baches se tapan” “no se hacen a un lado”. Podrá desaparecerlos sí, pero con capas de asfalto o pavimentando las calles con concreto hidráulico, cosa que no ofreció por no tener la más remota idea del enorme deterioro de una ciudad que los gobiernos del PRI y el PAN abandonaron desde hace años.

El segundo que salió al ruedo fue el candidato del PAN, Xavier Nava Palacios que como candidato a la Alcaldía salió buen líder sindical del Ayuntamiento al abogar por los trabajadores despedidos. Al Igual, Nava le apuesta a campañas “del miedo” por la inseguridad que no es privativa de la capital sino de todo el estado y en donde existe la obligación de otros niveles de gobierno en enfrentarla y reducirla.

Desarticulado y sin propuestas, también olvidó que “los moches o las tranzas” son de familia y de abolengo. De las obras y acciones para la ciudad nunca dijo cuales, en dónde y cómo  hacerlas pero las ofreció. Nava Se propone jalar más recursos para rescatar a la ciudad. “Aunque sean poquitos”.

Nava esperaba que la gente se volcara al Barrio de Tlaxcala por ser este lugar uno de los sitios más emblemáticos del navismo, si acaso lo acompañaron unas 300 gentes, la mayoría de Tequis y de Las Lomas. Para el infortunio de Xavier y sus estrategas, aquellos civilistas que lucharon hace 50 0 60 años por un San Luis mejor ya no existen, la mayoría  ya murió; olvidaron que el apellido Nava, no les dice nada, absolutamente nada a las generaciones de hoy.

En el orden de apariciones, le siguió el candidato, Ricardo Gallardo Juárez que logró convocar a más de 5 mil seguidores en el mero corazón del comercio ambulante. Ciertamente la cantidad de gente que acude a un mitin o arranque de campaña no dice mucho, ¡pero ha! como alienta, y eso se vio la tarde del domingo en donde los oradores se despojaron de discursos de odio y de rencor para presentar  propuestas concretas y realizables. Eso, precisamente hizo la diferencia.

El Notario Leonel Serrato Sánchez cerró noche de campañas en el jardín de San Sebastián con unas 200 gentes; él, como Nava,  también esperaba ver chingos de gente y no le quedó de otra que recurrir al discurso muy al estilo del “Peje Lagarto”.

“Andresito” o “Lopitos” como ya algunos le dicen, pronunció: “No nos estamos enfrentamos a partidos políticos sino a una mafia” y, según la nota de un Diario en Línea dice que dijo, “esa mafia extorsiona, roba, levanta, mata y disuelve en ácido a sus adversarios”..Oooorales.

El señor del banquito debe tener pruebas como para tan semejantes acusaciones, o de plano enloqueció o se le pasaron los tequilas.