Visto en su exacta dimensión, al Alcalde Xavier Nava Palacios ya se le fueron cerca de 4 meses de administración y es tiempo de que los potosinos que le confiaron el cargo con su voto en las urnas no ven claro, así lo sienten, lo perciben, lo sufren y lo lamentan.

No existe hasta ahora un plan rector de gobierno y todo lo que ha prometido, dicho y declarado no pasa de ser un rosario de lamentos y una lista interminable de buenas intenciones, nada concreto, nada tangible, cero obras, insignificantes acciones y tampoco mejoras en los servicios públicos, solo demagogia pura.

Como cabeza al frente del Ayuntamiento y en complicidad o en sociedad con una reducida camarilla de empleados con la que intenta gobernar, Nava Palacios no frena y no cesa en su articulada, y aceitada estrategia de desprestigio y afán persecutorio de servidores que presuntamente cometieron alguna irregularidad.

El, Xavier Nava y la caterva de burócratas que administran el municipio, están obsesionados y se esmeraron durante los últimos tres meses del 2018 y aún le siguen en este 2019, en adoptar posturas de Ministerios Públicos, Fiscales y Jueces. Ya inventaron, ya exhibieron, ya difamaron, ya injuriaron ya lastimaron y ya enjuiciaron a varios funcionarios sin respetar las instancias y los debidos procedimientos legales. En sí, huele a que ya agotaron el parque puesto que  se precipitaron en disparar en redondo.

Nadie ignora.- por ejemplo, que el gobierno estatal y federal  otorgó a más de 60 funcionarios de la pasada administración una certificación como servidores públicos, una acreditación, que por cierto, los panistas-navistas se pasaron por el arco del triunfo con el despido masivo, grosero e insultante de más de 100 trabajadores a los que no les respetaron sus derechos laborales, negándoles incluso su parte proporcional de aguinaldo y otras prestaciones de ley

La gestión Navista-Panista, ha presumido este proceso de certificación como una conquista y logro de su gobierno, sin embargo los registros en el Instituto para el Fortalecimiento de los Municipios y en la propia Secretaría de Gobernación, demuestran que este ejercicio se logró concretar durante la administración pasada, aun así se lo adjudicaron como mérito de ellos.

Entre todo ese andamiaje, seguramente los oscuros acuerdos de Xavier Nava con sus protectores e impulsores, llevan implícito el ocultamiento de sus pifias, o bien, minimizar en todo caso y restar importancia a sus errores; pues solo algunos se muestran directos y se atreven a revelar la existencia de convenios millonarios adjudicados o la asignación de obras sin licitación alguna.

Hoy por hoy, el gobierno de Nava y del PAN, han caído en lo que tanto cuestionaron y criticaron. Sin pudor alguno han suscrito  contratos sin licitar. Y no lo digo yo, los dicen el Oficial Mayor, el Tesorero y el Director de Obras Públicas que no se empachan en decir, que es verdad que no se han ajustado a los procedimientos.

Nadie podrá negar, que en su primer trimestre y en su frustrado  intento por sorprender a los diputados con la Ley de Ingresos y el aumento a las tarifas del agua potable, al gobierno de Xavier Nava  le asestaron el primer golpe y tuvo que asumir su derrota política, seguramente la primera de muchas si continúa aferrado a buscar el enfrentamiento y la venganza en lugar de ponerse a lloriquear y a trabajar.  Hasta pronto.