Te lo digo a ti Alex para que lo entiendas Juan
En política existen personajes de todo, los hay desde los inteligentes y los prudentes, los ingenuos y tontines, los honestos y corruptos, hasta los magos y profesionales en el arte del engaño o la perversidad. Entre los potosinos no es difícil advertirlos o identificarlos, todos los días, la mayoría de esas figuras aparecen en los diarios, se ven en la televisión o se escuchan en la radio y, pocos, notablemente pocos se mueven entre las sombras, pero de que los hay, los hay, se mueven, opinan e inciden.
Todo esto, se aprecia fundamentalmente antes del arranque de las campañas político-electorales porque una vez iniciadas, prácticamente todo está consumado y las cabezas visibles de la contienda solo son consecuencia de todo un manejo previo, de toda una operación de buenos oficios o bajos instintos que conllevaron a una decisión. Ya en contienda, todo es inercia y atrás se quedaron o debieron quedarse las intrigas y los resentimientos, las puñaladas y las deslealtades, así debiera ser, aunque no siempre sucede.
El primer domingo de julio, los potosinos decidiremos el rumbo de este país y en cierta medida el futuro de nuestro estado y sus municipios. Elegiremos al Presidente de la República, a 2 Senadores, a 7 Diputados Federales, a 27 Legisladores Locales y a 58 Presidentes Municipales. Previo a su registro los partidos políticos, los grupos de poder fácticos y económicos buscarán sus cuotas de representación, algunos lo lograrán pero otros no.
Esta vez, parece que las decisiones para seleccionar candidatos a un cargo de representación popular en el ámbito federal vendrán de arriba y caminarán en otra dirección. En el PRI -por ejemplo- el único objetivo e interés es empujar y consolidar la candidatura de José Antonio Meade, no puede ni debe haber otro, de tal suerte que habrá de sobreponerse la estrategia nacional por encima de algunos propósitos o intenciones locales.
Esto, entre la clase política potosina luego no se entiende, o bien, existe resistencia a comprenderlo, sin embargo las señales que ya se perciben y que empiezan a permear, apuntan a que el aspirante presidencial, su equipo y el partido del postulante serán quienes tomen las decisiones para seleccionar a los candidatos a cargos federales de elección popular; el ámbito local, deberá resignarse a eso, a lo meramente local y no más.
En esa perspectiva y con la posibilidad de que los candidatos al Senado o a las diputaciones federales no sean los rostros y nombres de siempre, es que ya se exploran figuras alejadas pero en cierta forma identificadas con el PRI. Candidatos que no lleven a cuestas o en el lomo hechos vergonzantes del pasado reciente que podrían ser tema y bocado de agendas mediáticas nacionales, y vaya que los hay.
El especialista en encuestas Roy Campos, sostiene que San Luis Potosí será estratégico para la elección presidencial, y puede que lo sea si se recuerda que el PRI le gano a López Obrador por una mínima y muy reducida cantidad de votos, sufragios que podrían valer y contar si es que no se equivocan en la estrategia de amarres y designaciones.
