11.5 C
San Luis Potosí

Sentido de pertenencia

Entérate

Últimas Noticias

jueves, marzo 28, 2024

TRAZOS Y SOMBRAS

Fernando Díaz de León Cardona

Para quienes tenemos enterrado el ombligo en el tradicional Barrio de Tlaxcala, por supuesto que es un gran orgullo que al terruño lo conviertan en “Barrio Mágico”. ¿Quién antes se preocupó por darle una manita de gato, por arreglar sus calles, sus redes de agua, su alumbrado público, sus vecindades, construcciones o fachadas?, ¡Nadie!

Actualmente cruza uno por sus calles y pareciera que el tiempo se detuvo. Todo está igual, las mismas fachadas, las construcciones pintarrajeadas, destruidas y abandonadas, los mismos postes, adoquines y las mismas vecindades.  Tlaxcala se convirtió con el paso de los años en tierra de nadie. Su fiesta anual sigue inamovible, pero con un sesgo de inseguridad terrorífica.

Eso sí, lo que fue la popular Junta de Mejoras del Barrio de Tlaxcala, donde muchas generaciones disfrutaron de los bailes y tardeadas; bailando de a “cartoncito de cerveza”, pegaditos o sueltitos, hoy es un espacio agandallado por los Antorchos que tienen su escuela “de cuadros” al servicio de la herencia maldita.

El hecho de que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, hubiese tomado la determinación de convertir a este histórico Barrio en sitio mágico, no es casual. Su secretaria de Turismo, Aurora Mancilla la pizco y propuso convertir a este lugar en un espacio digno y decoroso para las actuales generaciones. A eso se le llama, diría yo, tener visión de futuro y sensibilidad política.

En tiempos de Ricardo Gallardo Juárez esto se intentó, lamentablemente faltó tiempo y lana. Además, los curros preferían se invirtiera en Las Lomas. No solo se planteaba la reconstrucción de Tlaxcala, sino incluía los Barrios de Santiago, San Sebastián, San Miguelito, el Montecillo y el Saucito, obvio, en este último no faltaron los persignados y mastines alentados por Juan Carlos Machinena que se opusieron a la obra de Fray Diego de la Magdalena.

Curioso resulta, que ahora que el gobernador anunció la reconstrucción del Barrio de Tlaxcala, propietarios, inmobiliarios y uno que otro gandalla, ya esté pensando en incrementar el costo de terrenos, rentas de viviendas y locales. Era natural, toda obra de mejoramiento genera plusvalía, pero que no se la bañen. Todavía no comienzan las obras y ya están pensando en dividendos. “Por eso las hacen pandas porque las montan tiernas” decía Don Antonio.

La viabilidad del proyecto de hacer del Barrio de Tlaxcala un lugar mágico, es real y desde luego que tiene todo su mérito y reconocimiento. Con las obras proyectadas, no solo los que viven en el Barrio sino los que ahí nacimos, recuperaremos nuestra identidad y sentido de pertenencia, algo que ya muchos olvidaron o perdieron y que no se compra fácilmente en Superama.

Convertir a Tlaxcala en Barrio Mágico, seguramente traerá consigo no solo la restauración de un tejido social roto, fracturado, empobrecido y olvidado sino la recuperación y recopilación de muchas leyendas. Alguien tendrá que hacerlo y ponerse a arrastrar el lápiz para dejar precedente de todas sus historias y pasajes. La inundación de 1955 fue, por ejemplo, crítica.

A muchos potosinos, les interesará conocer la historia de las vecindades, de las carbonerías, jarcierías, de las típicas tiendas del Barrio, del temible y peleonero Tigre de Tlaxcala, de las aventuras futboleras y de noviazgo en la escuela primaria Ponciano Arriaga, de sus respetados maestros y de los tradicionales e inmemoriales festejos de cada año. Obvio, de sus bares y cantinas, de las anécdotas de los ferrocarrileros y de quienes laboraron para la España Industrial.

Pronto podremos remontarnos a sus carpas, a sus juegos mecánicos y sitios en los que corre el colonche, los buñuelos, las tunas, las manzanas carameleadas, las fondas, los tamales y todos esos juegos de niños que muchos disfrutamos sin la enajenación o paranoia del internet o las redes sociales. Bien por El Pollo.

 

 

 

 

 

 

 

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
%d bloggers like this: